miércoles, 3 de junio de 2009

CAZADORES EN LA NIEVE (Pieter Bruegel el Viejo)


Las distintas escalas del blanco. De la luz central de la nada a la ceniza sucia del día. No hay color más complicado de tratar en un lienzo que el blanco, pues el blanco no existe, y por lógica, ya me diréis, se hace muy difícil comerciar con el vacío, con la ausencia. Y Bruegel lo hace aquí. Creo que Tarkovski también bebe de esta nieve derretida en su Solaris, como música de fondo, claro. Dejar los ojos en blanco es comenzar a ser un muñeco de nieve. Un pasito más, la zanahoria incrustada en la cara. Un pasito más y el trineo se desboca colina abajo.
Pero Buegel dice: los cazadores regresan del frío al frío entre el blanco y sus ecos, perros, árboles, personas, no son sino manchas oscuras que desfiguran el aire. Las leyes de la perspectiva dejan de lado su matemática y se dedican al patinaje sobre hielo. Pero Bruegel dice: lo definitorio de la imagen son esos dos pájaros esquemáticos que sobrevuelan la aldea, pájaros cuyo vuelo anuncia algo. Deducir su augur es descifrar el cuadro. Pero Bruegel es viejo. Y Bruegel es Bruegel, qué carajo. La canción dice: muñecos de nieve vienen a verme y me dan su frío. Muñecos de nieve exudan su escarcha en la pantalla de mi ordenador y expiro vaho esta tarde abrasadora de junio. El portátil está helado, un sólo golpe y la máquina se rompera en mil pedazos, como un jarrón de porcelana lleno de hormigas.

25 comentarios:

rubén m. dijo...

Qué satisfacción, topar con el frío así de pronto, pese a este calor que hace aquí en el Sur Profundo. Has convocado una pequeña magia con tus palabras y la imagen de Bruegel: por unos segundos, he sentido la nieve y la escarcha.

A mí también me fascina el "color" blanco, incluso durante un tiempo fantaseé con la idea de escribir un libro sobre el blanco en la poesía.

abrazos

Tera dijo...

Cómo me gusta lo que has escrito. Cómo has entrado en el cuadro y cómo, sin abandonarlo, has salido de él.

Mis hormigas te mandan abrazos desde su porcelana blanca (mi mac).

raúl quinto dijo...

rubén, sí que resfresca esa nieve y ha sido precisamente el calor el que me ha hecho buscar refugio en ese cuadro. Imagino que esa obsesión (que comparto) con el color blanco viene directamente en vena de nuestro amigo Mallarmé, no por citar el blanco sino por nombrar en blanco... además ya sabes cómo se llama ese libro de poemas en barbecho que estuve-estoy escribiendo....

raúl quinto dijo...

tera, cómo me gusta que te haya llegado algo del crujido de este hielo. recoge las hormigas y míralas a los ojos, a ver qué te dicen.

saludos.

Stalker dijo...

Raúl:

eres el mejor forense del mundo. Creo que nunca he visto a nadie practicarle la autopsia a un cuadro de forma más certera. Y no nos ahorras la profusión de sangre, cartílago y jirones de vísceras.

Se agradece la entraña que le metes al asunto.

En Tarkovski está ese Bruegel, especialmente en Andrei Rublev, en el que hay cierta apología del blanco y un explícito homenaje a este y otros pintores.

Salve

rubén m. dijo...

“Imitar la finura y limpidez del chino / que goza éxtasis puros cuando pinta la muerte / sobre tazas de nieve usurpada a la luna..."

Por si alguien duda de que Mallarme es, o fue, Dios.

Y Dickinson: "from Blank to Blank, an endless Thread...". No sigo mças, que me corro agora, como Garcilaso.

Enrique M. dijo...

Debo tener muy buenas referencias

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Los contrastes siempre son revitalizantes. Los huecos incivilizados del cuadro de Brueghel lo son.

raúl quinto dijo...

stalker, gracias por el piropo, pero lo de forense me suena a abrir muertos, y qué quieres que te diga, Bruegel está más vivo que la mitad de nosotros. Pero vamos, que me congratula que el texto te aloje en el cuadro y puedas respirarlo un poco mejor ;)

Andrej Rublev no la he visto, sorry, pero me refería a esta fascinante escena http://www.youtube.com/watch?v=Yb3kHcjusyc

un abrazo.

raúl quinto dijo...

rubén, Mallarmé esta cerca de dios, si es que alguien tiene que estarlo, y esa cita, madre mía, qué brutalidad. Por volver a leerla merece la pena haber escrito el post.

Y eso, cuidadín con las parafilias descontroladas ;)

raúl quinto dijo...

enrique, ando leyendo a una poeta que me recuerda a ti, pronto pondré algún texto suyo a ver qué te parece...

rubén m. dijo...

Jeje... lo de las parafilias no sé si va por Mallarmé, por Emily o por Patti Smith, o por las tres. Si es por esta última, es una parafilia ya controlada, pero escucha ese "Fireflies" y después me cuentas... te recordará a cierta sextina, además.

abrazos

Laura Giordani dijo...

Hola Raúl:

Este texto logra esa inmersión en el blanco y sus escalas, en ese ambiente gélido que va del gris sucio al blanco luminoso del que regresan los cazadores.

“el blanco no existe, y por lógica, ya me diréis, se hace muy difícil comerciar con el vacío, con la ausencia”

Muy buena la observación de esos dos pájaros revoloteando la escena como augurios que hacen temblar la aparente placidez del blanco, que es silencio también y que los pájaros parecen a punto de quebrar a diferencia de los perros que vienen medio cabizbajos, al mismo paso extenuado de los cazadores
La escena de Bruegel y tu escrito me traen los versos de Celan, los copio del libro de Peter Sloterdijk “Venir al mundo, venir al lenguaje. Lecciones de Frankfurt’

A
torbellinos,
libre
el camino a través de la nieve
de formas humanas,
la nieve de penitentes, hacia
las hospitalarias
estancias y mesas glaciales.

Hondo
en la grieta de los tiempos,
junto
al cielo panal
espera, un cristal de aliento,
tu irrevocable
testimonio".


Emocionante el pasaje de Solaris, emocionante. El deshielo. Me gusta mucho como has acabado el texto en diálogo con ese pasaje, la pantalla se fractura como un glaciar en primavera liberando las hormigas apresadas en su sueño invernal. Muy bello, Raúl. Gracias.

Un saludo

Laura.

Hay un single de vinilo de Joy division de Atmosphere y She lost control con una portada que me recuerda esta atmósfera.

raúl quinto dijo...

rubén, lo de las parafilias va por todo, que sabemos que eres un enfermo incorregible. Tu megapost está esperándome a que tenga quince minutos lúcidos para leer y escuchar como merece, no te preocupes.

raúl quinto dijo...

Laura, gracias a ti por ese comentario tan atinado e inteligente, y por supuesto, por ese poema invernal que nos has regalado. La verdad es que el pasaje de soalris te pone los pelos de punta, imagínate a un bruegelmaníaco como soy yo...

no conozco la portada de los joy division que comentas, pero esas canciones son muy buenas, lo es el grupo, lo era ian curtis, qué casualidad, además que el cd que ahora mismo escucho en mi coche es el unknow pleasures... qué grandes.

un saludo.

Enrique M. dijo...

Espero paciente y entusiasta a ese alter ego.

Portinari dijo...

Suenan los tambores de la caza en el interior de la nieve.Pronto el pueblo quedará vacío, y sólo podrá confesarnos el frío.

Bonita entrada Raúl.

raúl quinto dijo...

gracias, portinari, esos tambores están hechos con la misma piel del frío, arrancada a jirones.

saludos.

Ana Hidalgo dijo...

Es muy llamativa esa mirada en la lejanía que Bruegel tiene, esa mirada que abarca una amplia escena pero dotando de movimiento cada rincón de la escena.

Por otro lado, yo particularmente siento cierta atracción por la pintura, la música y la arquitectura medieval (desgraciadamente, no por la literatura del medievo, a excepción de Villon, que es un crack). Ver "El trinfo de la muerte", las pinturas de el Bosco y sobre todo La Anunciación de Fra Angélico me causaron una gran conmoción, en especial la Anunciación, que me dejó en orgasmo artístico místico -aquí cada loco tiene su parafilia :) Es cierto que Tarkovski también parecía maravillado por el medievo, no sólo por Andrei Rublev (película que toca muchos puntos
todos muy bien tocados), sino también por referencias directas en películas como Sacrificio, o por su estética misma. Habría que entrar en el por qué de esa fascinación por el espíritu medieval, pero ahora mismo no consigo dar con el hueco (cinco horas estudiando las hablas andaluzas matan a cualquiera, al menos me he podido acordar del rayo de luz de Fra Angelico).

Un abrazo.

p.d- alguna vez he escuchado decir que el cuadro de Angelico es renacentista, sin embargo a mí siempre me ha parecido medieval, aunque mis conocimientos de historia del arte son muy pobres y vagos.

raúl quinto dijo...

ana,

en rigor no podríamos decir que el Beato Angelico (ahora se le llama así más que Fra) sea un pintor medieval, es un prototipo de pintor del Quattrocento, que es como el renacimiento y sus leyes en gestación, piensa en esa anunciación (imagino q la del prado o sus múltiples versiones), allí ya aparece la perspectiva y hay elementos decorativos arquitectónicos típicamente clásicos, casi una loggia de Bruneleschi... todos esos elementos son claramente renacentistas, otra cosa es el dibujo o el disegno que sí que tiene pervivencias góticas, pero en el bueno de Angelico se irán matizando con el tiempo (te recomiendo acudir a ver sus obras tardías, ahí no creo que te entren dudas sobre su ubicación). Todo eso en cuanto a la forma, puede ser que en el contenido o en su religiosidad sí fuera más medieval que moderno.

Y Bruegel, está en ese interregno q son los primitivos flamencos, que por otra onda penetran en la modernidad pero que también tienen remanencias góticas, y Bruegel las tiene en batante grado, es cierto.

Pero en el fondo el arte es de quién lo mira, y si a ti te parece medieval, pues que le zurzan a la historia del arte ;)

En cuanto a la "medievalidad" de Tarkovski yo lo relaciono con su religiosidad, su cristianismo un poco extemporáneo para la URSS, tal vez esa salida en fuga era la única para mostrar su misticismo en el país del absoluto materialismo... no sé, tal vez nuestro amigo Stalker nos resuelva la duda (al fin y al cabo él es una criatura tarkovskiana 100%).

Gracias por asomarte por aquí a pesar de las hablas andaluzas, quilla, pisha, ohú.

un abrazo.

Stalker dijo...

En cierto modo, Tarkovski estaba obsesionado con una época en la que, idealmente, los hombres estaban en comunicación con dios y los milagros eran posibles. Concebía el medievo como último reducto para cierta pureza edénica, y rescataba su primitivismo, su ferocidad, su desnudez... No es de extrañar que la crítica de izquierdas a menudo acusara a Tarkovski de reaccionario...

De todas formas, su cristianismo es telúrico y vagamente panteísta, apegado a pulsiones primarias, ancestrales, e incluso a rituales paganos relacionados con las cosechas, ciclos lunares... muy en la línea de su maestro Alexandr Dovzhenko.

Os cuento una anécdota que os aviso os va a encantar. Me hice la foto de la orla en la universidad sólo para darme el siguiente placer privado: pegué encima de las fotos uno de mis cuadros favoritos, "El triunfo de la muerte". Comprobar el estupor de los ex compañeros de facultad cuando al presenciar aquella orla justiciera, que preside mi cuarto en casa de mis padres, es el mayor placer que me ha deparado la carrera.

Abrazos

Estupor dijo...

Me gusta eso de la perspectiva en patines.

raúl quinto dijo...

estupor, me consta que también devocionas este cuadro... patinemos un rato si eso.

Bashevis dijo...

Guau, es cierta esa sensación que comenta Rubén, jeje, ese frio que tan bien entra en estas fechas.

Y frente a la sala de autopsias, si, muy probablemente, Bruegel está más vivo que la mitad de nosotros..

Os habéis puesto a hablar de Tarkovski… y a mí antes de leeros me había venido a la mente Marketa Lazarova del grandísimo Frantisek Vlacil (aunque no guarde mayor relación, ha sido un flashazo). Raúl, si no la conocieras, aquí el amigo Stalker te podrá dar fe de que esta es una obra con mayúsculas, ya que se que le profesa una gran admiración.

En los primeros 20 minutos… con esos lobos corriendo por las blancas estepas, la subjetiva a los lomos del caballo… la nieve se torna protagonista estético absoluto. Si no la conoces, de seguro te gustara!

Para muestra:
http://www.youtube.com/watch?v=p_iiwtfAcZ8

raúl quinto dijo...

Bashevis, qué bueno verte por aquí. Le´echaré un ojo a ese vídeo: aunque con lobos y nieve seguro que me entra bien.

un saludo.

raúl quinto dijo...

vaya, muy sugerente... me ha encantado el momento en que el padre de Marketa reza antes de morir y el caballo lame y come la nieve sobre su sombrero: eso es fantástico.