jueves, 29 de julio de 2010

Una fotografía de Laszlo Moholy-Nagy


El chico trabajaba en la Bauhaus, enseñaba diseño. En su corazón había una central nuclear rusa, mucho antes de que existieran las centrales nucleares. No quiso fotografiar un espectro, no quiso hibridar el humo de la mística con los discursos de la industria. No era su intención representar ningún dios, ni hacer un relato minucioso de lo que significa un ojo cerrado. Un ojo solitario, único, cerrado, seguramente una mancha más que nuestros ojos abiertos recomponen en el envés de su espejo. U otra cosa. Suma teológica del blanco y negro. Abstracción de la carne, justo en el umbral entre los dos mundos: representación material e irrepresentación. Dentro de un túnel. De la cabeza del chico húngaro de la Bauhaus. El inventor de trampas contra el frío. Que posiblemente no quiso decir nada de eso. Pero claro. Yo creo con firmeza que en esta foto hay una parte sustantiva de cada uno de nosotros. El ojo se abre, deja salir un foco de luz que nos deja ciegos. Creo en la llama.

lunes, 26 de julio de 2010

EL POEMA (Luis Feria)

Si después de leerlo sientes sed
es que el discurso es fértil;
léelo aún, y más: la sed engendra sed.
Qué error el del saciado;
no conoce la sed de la sed que no acaba.






[de Cuchillo casi flor, 1989]

martes, 20 de julio de 2010

EL FANTASMA AZUL (Wols)

Una aparición. Un ectoplasma. El espectro de la oscuridad brillante rasga el velo azul. Azul del cielo hundido en el océano. Acaricia la densidad. Avanza de la mano de la luna nueva como un corazón carbonizado. Lo tengo claro: se trata de un santo. Un ángel de la guarda que se alimenta de nuestros deseos podridos, que liba los deshechos de aquello que inexplicablemente queremos y ya jamás tendremos. Se trata de ti.

miércoles, 14 de julio de 2010

un poema de Yorgos Seferis

Lamento haber dejado pasar un río ancho entre mis dedos
sin beber ni una gota.
Ahora me hundo en la piedra.
Un pino pequeño sobre la tierra roja,
mi única compañía.
Lo que amé se ha perdido con las casas
que estando nuevas el verano último
se hundieron con el viento del otoño.






[Mithistorima, 1935]

viernes, 9 de julio de 2010

un poema de Silvia Eugenia Castillero

Oculta
esa línea conjuga
la liturgia de la piedra,
su ondulación de agua viene
cargando los ripios del camino,
una espiral y luego otra
lanzadas al vacío como un puente.
Leve y metálico trazo
rumia bestial un adelanto
de luz.

lunes, 5 de julio de 2010

Algunas cosas

Ha comenzado el verano y los verdaderos calores, también hay fiebre de Mundial, y no seré yo quien rompa el hechizo. Así que ha terminado un curso lleno de historias y aventuras varias. Mi novedad más evidente ha sido, lógicamente Idioteca, pero a lo largo de estos meses han salido otros libros en los que modestamente también intervengo:

El primero de todos fue Lo que queda del naranjo (Ed. Puerta del Mar) una bonita idea de Jesús Aguado que consistión en juntar a un montón de poetas que le cantaran a Palestina, dando como resultado un libro caliente y necesario. Nunca se grita lo suficiente por esa causa. Mi contribución fue un poema escrito ex-profeso para la ocasión que parte de mi experiencia en Gaza y que tiene como protagonista al poeta gazeño Yusef al Quedra.






Raúl Díaz Rosales Y Julio César Jiménez hilvanaron el proyecto, convertido después en antología Y para qué + poetas (Ed. Eppur), realizando ocho mesas de debate, una por provincia andaluza, donde se tocaron muchos e interesantes temas. Si alguno quiere echarle un ojo a lo que se dijo en ellas, en la página del CAL están colgados los vídeos íntegros de los actos. En fin, cuatro poetas por provincia con un poema y una poética es lo que aparece en el libro.






Por su parte Jordi Doce y Marta Agudo han compilado el volumen Pájaros raíces (Abada Ed), un monumental tributo a José Ángel Valente donde hay ensayos y poemas sobre o con el poeta gallego. Participamos unos cuantos autores y merecerá la pena para los valentófilos como yo.


Pueden ser, por qué no, lecturas para llenar de arena de playa...

jueves, 1 de julio de 2010

VIRGEN AZOTANDO AL NIÑO JESÚS (Max Ernst)

Te mereces un par de azotes, niñato. No estuvo bien eso de convertir en pájaros el barro, el resto de los niños no tienen porque soportar tu imbécil divinidad. Te vas a enterar. En la Alta Edad Media me conocían como Theotocos y era el trono de tus santas posaderas, era una puta silla. El Renacimiento quiso dulcificarme y convertirme en una siempre joven madonna de belleza neoplatónica. Pero a pesar de las composciones piramidales yo seguía añorando el rigor geométrico del duocento. Ahora viene este surrealista especializado en paisajes extraterrestres y me da la oportunidad de volver a ser tu trono, de regresar a la geometría, de darte una tunda que te llevas mereciendo dos mil años. Las implicaciones subconscientes las dejo al margen, las explicaciones socio-religiosas también. Paso de esos hombres de bien que cuchichean tras la ventana. No es el momento de interpretar nada, ahora lo que toca es darte lo que te mereces, y por dios que te lo voy a dar.