lunes, 3 de agosto de 2009

un poema de Antonio Gamoneda

Estoy desnudo ante el agua inmóvil. He dejado mi ropa en el silencio de las últimas ramas.

Esto era el destino:

llegar al borde y tener miedo de la quietud del agua.






[de Libro del frío, 1992]

19 comentarios:

PÁJARO DE CHINA dijo...

Así debe ser nacer. O morir.

GERMÁN GUIRADO dijo...

Con los años muchos poetas se quedan en el camino, no es el caso de Gamoneda cuya desolación me sigue conmoviendo.
Saludos

Stalker dijo...

Al borde de la inminencia Gamoneda se despoja, no de la ropa, sino de la grasa retórica, del lastre invencible del lenguaje. Cómo me gusta este hombre: su sencillez mineral, su apostura de bisonte, la palabra engastada como una joya.

Escribe reducido a lo mínimo pero con la máxima potencia de la palabra. Qué poco ha aprendido sus auto-confesos discípulos, atrapados en la esclerosis barroca y la incontinencia.

Estoy con la Marcha de Falcón. En las antípodas de Gamoneda y de mi gusto personal, pero deslumbrante. Un libro excesivo, desmesurado, pero insólito. Muy bueno a pesar de la andanada de críticas que el ser al acecho que se insinúa en mí me susurra con voz de musgo.

Este verano está cundiendo, también con Emily... ha sido un descubrimiento la edición de Hiperión, "crónica de plata"; la traducción no está mal y es la más extensa en número de poemas. Sigue siendo mi poeta favorita, después de Santoka Taneda.

Me enrollo, pibe.

Gamoneda nos refresca. Saludos desde el libro del frío del Pirineo navarro (se duerme con manta y hay que llevar manga larga incluso al mediodía).

raúl quinto dijo...

Mariel,

efectivamente, yo siempre he visto en este poema (entre otras muchas lecturas) la inquietud ante la inminencia de la muerte: la muerte como agua eternamente inmóvil.



Germán,
bienvenido al interior del vértigo. Comparto contigo la conmoción por la poesía de Gamoneda, quien curiosamente no es un poeta que se queda en el camino sino todo lo contrario, un poeta que se ha ido encontrando y creciendo conforme avanzaba en su camino...



Stalker,

el libro de Falcón es un libro necesario, tal vez,como dices, desmesurado, pero necesario; nada más que plantearse tal proyecto ya merece todos nuestros respetos. Cuando descubrí sus primeros cantos hace ya unos años fue un verdadero impacto, piensa que el primero es de 1997 o por ahí y recuerda qué poesía era la que había en las librerías por entonces...

estamos todos con la Emily, como contagiados por el mismo virus... abrígate en esos montes que por aquí abajo hace demasiado calor.

Andrés Alterio dijo...

Maravillosa sencillez la de Gamoneda, tengo grabados unos versos suyos que espero llevar en el bolsillo mucho tiempo:
"Salimos de la luz como del sueño:
torpemente vivos"

Saludos calurosos.

raúl quinto dijo...

andrew,

guarda bien esos versos, pues está claro que son un tesoro.

Látigo Verde dijo...

Me encanta

raúl quinto dijo...

martha,

a mí también, de hecho confieso que este es uno de mis poemas favoritos de siempre:)

Manuel G. Mairena dijo...

raúl, gracias por este poema, que al menos ha hechop que deje de pensar por unos momentos en este pegajoso calor de agosto

raúl quinto dijo...

manolo,

el libro del frío siempre es un bálsamo para los pequeños infiernos del verano, las gracias que sean para antonio gamoneda, que no suele fallarnos.

un abrazo.

NINA dijo...

Qué belleza de síntesis. El pavor, el vértigo, la vida.
Qué poetas maravillosos ha dado España, cuánto los leo desde mi ciudad lejana, tomándolos de mi biblioteca natal.

Saludos!

raúl quinto dijo...

madame,

bienvenida al interior de este tu vértigo, los buenos versos secan los océanos,ya no hay distancia entre la Argentina y este triste país. pásate cuando quieras.

Ramiro Rosón dijo...

La escritura de Gamoneda es muy original; es una de esas voces aisladas que no se parecen a nadie.

Ya había leído hace tiempo este poema en prosa, pero siempre es bueno releerlo. Bajo la quietud de la superficie del agua se esconde la inquietud de lo desconocido, en las sombras del fondo. Y Gamoneda se enfrenta inerme y desnudo a lo desconocido, a lo que todos los hombres tememos. A ello se debe, quizás, la intensidad de su poesía.

raúl quinto dijo...

ramiro,

bienvenido a este vértigo, déjate caer cuando quieras. Precisamente la "desnudez" es una de las a mi jucio principales características de la poesía de Gamoneda. Lenguaje desnudo, como de carne, sin cosméticos literarios.

Ramiro Rosón dijo...

Gracias, y pase Vd. por el mío, que también trata de poesía, si le apetece:

http://cuadernodefulgores.blogspot.com/

Un saludo.

adolfo dijo...

hno conste que no me he ido ,estuve mascando estas maravillas!gracias por sorprenderme cada dia hno! nos veremos la cara alguna vez? te quiere adolfo!

raúl quinto dijo...

adolfo,

un abrazo enorme, espero que estés pasando un verano agradable.

Ana Hidalgo dijo...

deslumbrante gamoneda, por cosas como ésta para mí es mejor que valente, porque me hiere más adentro, más humanamente adentro, aunque valente sea más perfecto técnicamente y tenga una obra más equilibrada.

vaya, veo que todos nos hemos puesto este verano a releernos a emily, jeje. me gusta mucho la edición de cátedra, me parece más sencilla que la de tusquets, pero sin echar a perder esa personalidad poética tan fuerte de dickinson. no conozco la edición de hiperión, a ver si puedo echarle un vistazo por ahí. también emily sigue siendo mi poeta favorita pero después de... paul celan. lo que celan me está haciendo este verano no me lo ha hecho nunca nadie, así que creo que va a tener que ser mi poeta favorito -acabo de terminar "cambio de aliento"-, emily tendrá que ser la segundo junto con rilke.

bueno, un besico. mira, ya me he puesto al día con el interior del vértigo y sólo hace tres horas que he llegado a granada :)

raúl quinto dijo...

ana,

tu regreso ha sido fulminante, muy bien por ti. Esos pedregales del Norte no han hecho mella en ti, o sí. Gamoneda es un poeta como la copa de un pino, pero decir que es mejor que Valente, no sé, son poetas muy distintos que atacan puntos bien diferentes de nuestro interior. Valente tiene ese aliento más "clásico" y literario mientras que Gamoneda, como ya se ha dicho, es lenguaje desnudo y tiritando. A mí los dos consiguieron ponerme los pelos de punta (literalmente), así que no ubico a ninguno en ningún cajón de ningún podio.

Y bueno, Emily! Rilke! Paul Celan!!!! va a ser que tienes buen gusto para la poesía ;)