viernes, 13 de marzo de 2009

EL APICULTOR (Richard Avedon)


Richard Avedon comenzó como fotógrafo de moda. Destacó como retratista de celebridades. Jamás nadie mostró la desolada ruina interior de Marilyn Monroe como él. Avedon en el centro del ojo del glamour. Entonces decide viajar al otro mundo, In the American West recoge sus más bellos y profundos retratos, esos EEUU aislados y ovillados sobre sí mismos que no ocupan portadas de Life o Vogue. Los sin nombre, los nadie. Lo real. En eso retoma la tradición barroca de dignificar al vulgo. Hay algo de búsqueda exótica. Algo de clasismo. Puede ser. Pero la mirada del minero no se olvida, el gesto fruncido de la prostituta tampoco. Ni esta fotografía: un apicultor albino desnudo, cubierto de abejas. Sobre el fondo blanco inmaterial que desnuda del todo al ser humano, su soledad marmórea. No hay dónde esconderse. El apicultor nos mira. Mire al objetivo de la cámara, por favor, muy bien, así, esa mirada me gusta, no se mueva. Y dispara. La mirada esculpida. Un cuerpo blanco sobre fondo blanco. Cubierto de abejas. El gesto sereno, neutro, más allá de este mundo. Exactamente esa es la sofrosine de las esculturas griegas. No hay mutación en la imagen parada. Un cuerpo blanco sobre fondo blanco: el sueño carnal del suprematismo invadido por un enjambre. Decenas de abejas, con sus aguijones, con su veneno, con su zumbido indistinto. Hay algo que me dice que precisamente esto es la belleza. La que yo busco.

7 comentarios:

Enrique M. dijo...

Avedon es llanamente magnifico. Especialmente en sus In American West, como dices.

raúl quinto dijo...

Es muy bueno, enrique, un retratista de los más sugerentes del siglo pasado, y esa serie es su pico, creo.

saludos.

Anónimo dijo...

La foto se ve de otra manera después de leer tu descripción.

Que gran concepto al que aludes, "de cuerpo blanco sobre fondo blanco", es un concepto que siempre me inquietó, porque alguién dijo que despues de aquel cuadro realizado por el gran Malevich el arte había muerto. Pero, que dicen ustedes, si después sigue existiendo el arte, lo que muere es un concepto.

Personalmente creo que se equivocaron de término,no que hubiera muerto sino un renacer o resugir,habia resurgido de sus cenizas, después de muchas circunstancias históricas, sociales, artisticas, personales, humanas,etc.


un beso

raúl quinto dijo...

Gerez,está claro que en esos años de Malevitch había mucha gente tentando el límite del arte reconocible como tal: Duchamp es quizás el más osado de todos. ¿Murió el arte? como muy bien dices lo que murió fue un conepto, una forma limitada de entender lo que es el arte y que venía estructurándose desde el Quattrocento italiano (a grosso modo). Hoy reconocemos como arte cosas tan dispares como lo bisontes de Altamira o las Miniaturas del Beato de Liébana, el arte es como el capitalismo según El Roto: siempre resurgirá de nuestras cenizas.

un beso grande.

Anónimo dijo...

Habrá arte, mientras exista el ser humano, es de donde nace, de la idea, del creador, del genio, da igual que sea Altamira, Carvaggio, Velázquez,una fotografía,una pelicula, o incluso un graffiti de la calle.

Es curioso como somos.Besos

Luna Miguel dijo...

Avedon vive en Madrid y se llama Juan!!!






Te he utilizado, Raul, para un trabajo.

raúl quinto dijo...

luna, pensaba que Avedon había muerto... pero es como Elvis o Jesús Gil o Robert Smith (vía Muchachada Nui), cuenta algo más de ese Juan Avedon, por favor...

Y lo del trabajo algo difuso me comentó el gaviero mayor, algo de Bacon, pero no me especificó nada...

¿Cuálo es?