en este espacio que vengo cosiendo en los últimos meses voy colocando de vez en cuando pinturas, poemas, canciones, series de TV o películas de cine que considero como altas manifestaciones artísticas, por su valor objetivo o por lo emocional que lo vinculan con algún aspecto de mí mismo que no se explica de mejor forma que leyendo ese poema, escuchando esa música o recorriendo la composición de determinado cuadro.
esto es así. ahora quisiera poner aquí la última obra de arte total, desbordante, insuperable, desde el punto de vista objetivo, y sin parangón, desde el emocional. el arte, la vida y el corazón se unen pocas veces con visos de realidad, o de una fantasmagoría de sensaciones mucho más reales que lo puramente fenomenológico, o que cualquier sentimiento de trascendencia religiosa o laica. esto va más allá. lo de ayer en Viena fue la mejor película, el poema perfecto, la canción inolvidable que perfora la coraza y se hace parte de nuestra propia sangre, de nuestra propia identidad. lo de ayer fue fútbol. no fue una victoria, ni un juego. lo de ayer fue un coito entre Apolo y Dionisos, fue la perfección. melodía de geómetras. quien no lo sea que no entre aquí, quien no tenga sangre en las venas que no mire.
y este domingo me toca cerrar el ciclo en Laujar, allí estaré para presentarle a los paisanos de Villaespesa el libro premiado con su nombre. y en la plaza del pueblo habrá una pantalla gigante, y yo ya me espero cualquier cosa.
esto es así. ahora quisiera poner aquí la última obra de arte total, desbordante, insuperable, desde el punto de vista objetivo, y sin parangón, desde el emocional. el arte, la vida y el corazón se unen pocas veces con visos de realidad, o de una fantasmagoría de sensaciones mucho más reales que lo puramente fenomenológico, o que cualquier sentimiento de trascendencia religiosa o laica. esto va más allá. lo de ayer en Viena fue la mejor película, el poema perfecto, la canción inolvidable que perfora la coraza y se hace parte de nuestra propia sangre, de nuestra propia identidad. lo de ayer fue fútbol. no fue una victoria, ni un juego. lo de ayer fue un coito entre Apolo y Dionisos, fue la perfección. melodía de geómetras. quien no lo sea que no entre aquí, quien no tenga sangre en las venas que no mire.
y este domingo me toca cerrar el ciclo en Laujar, allí estaré para presentarle a los paisanos de Villaespesa el libro premiado con su nombre. y en la plaza del pueblo habrá una pantalla gigante, y yo ya me espero cualquier cosa.
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