domingo, 14 de junio de 2009

otro poema de Olvido García Valdés

la cara que se le queda cuando se queda
a solas, la cara que se es,
la expresión que rodea los párpados,
los ojos que se es, cierto
temblor, un velo,
                             piel hilando
oro y mejilla, además del óvalo
y cabeza, del rictus
de la boca -piel que guarda
el ojo en su cuenca y lo protege, que
desciende y ladea por pómulo
y mejilla, cualidad quebradiza
que se queda







[de Y todos estábamos vivos, 2006]




parece ser que este lunes sí que viene, inmejorable excusa para volver a colgar uno de sus poemas.

33 comentarios:

rubén m. dijo...

Buenísimo este poema. La Olvido que más me fascina es ésta que parece aplicar un microscopio feroz a lo que mira, esa mirada que parece solo nombrar pero está perfilando y penetrando, lo exterior y su nudo con lo interior. Eso fue lo que me atrajo desde que leí "Caza nocturna" y lo que me llevó a pillarme la poesía completa.

Estaba yo también dándole vueltas a esta imagen. Blanchot: "El rostro, esa extrema y cruel frontera".

un abrazo

PD: ¿A qué hora recita? Me dan ganas de escaparme, aunque mañana tengo el día complicadito y la espalda, espero que mejor que hoy.

raúl quinto dijo...

rubén,
es verdad que la poesía de Olvido es una poesía de la mirada, pero de una mirada de cuchilla, corta lo que mira y corta también nuestro ojo... pero no es sólo impresionismo más o menos afilado, hay mucho pensamiento flotando en esos estratos.

Espero que tu espalda vaya sanando, aquí en Almería ya sabes que tienes casa, Olvido lee a las 20h y el martes por la noche le toca a Pablo García Casado. Razones para venir tienes varias, compañero. (por no hablar de las tapillas).

Anónimo dijo...

incrible como una cuchilla raul.adolfo

Stalker dijo...

Gran privilegio tener a Olvido por Almería. Envía reportaje detallado, Raúl.

Si queréis abrir boca, en este vídeo la podéis ver y oír recitar:

http://www.youtube.com/watch?v=Ka9akXQ7EwQ

¿Qué decir de Olvido García Valdés? Estoy muy de acuerdo con vosotros. A mí su poesía me provoca una sensación de líquenes y herrumbres que avanzan, inexorables. Hay una oxidación el paisaje, del tiempo, de la vida, que me recuerda mucho a los tonos sepia de Sokurov. No en vano Olvido escribe un poema dedicado o a partir de una película de Sokurov. Esa misma lentitud expectante, esa observación minuciosa, esa lenta combustión anímica, late en ellos.

Yo soy más de los poetas rápidos, los poetas del grito, pero Olvido es de mis favoritas(os), y considero, de veras, que en este país sólo cuatro o cinco voces están a su altura.

Es un clásico vivo.

Abrazos a los dos.

raúl quinto dijo...

me alegra que te guste su filo, adolfo.

raúl quinto dijo...

Stalker,

¿qué película de Sokurov te parece insoslayable? tengo a un bichejo hambriento...

Me dices que encuentras en nuestra poesía española actual cuatro o cinco nombres a la altura de Olvido, pero no me salen las cuentas según lo que has ido diciendo en otros coments... aparte de Gamoneda y Chantal a quién incluirías en tu tete de la course?

(mi opinión tiene otros matices, claro).

Stalker dijo...

Raúl:

mi película favorita de Sokurov es un documental titulado "Voces espirituales", de unas cinco horas de duración. Es algo increíble, apabullante...

Lo de los tonos sepia de Olvido quizá esté más en películas como "Madre e hijo", de formato más convencional pero bastante hipnótica...

No te salen las cuentas, Raúl... dejemos que añadas tú mismo los nombres, no hay problema. Las listas y los cánones son siempre variables. A esos tres podemos añadir a Juan Carlos Mestre (gran poeta aunque a mí no me guste) y a Leopoldo María Panero (gran obra en los setenta y ochenta). Hablo de los vivos y de cierta trayectoria, claro (podemos desgranar una batería de poetas jóvenes, pero yo me voy a esperar veinte años antes de consagrarlos en mi "panteón personal"). También alguno o alguna más, los que tú quieras, Raúl.

En realidad a lo que apuntaba no es a mi canon personal, que no tiene mucho interés, sino a la enorme calidad de la obra de García Valdés, que crece con cada relectura. Y no me parece una hipérbole afirmar que uno solo de sus libros pulveriza al conjunto de toda la poesía de la experiencia en las tres últimas décadas. Claro que quizá esto es decir poco...

Cómo te gusta buscarme las cosquillas, compañero. Haces bien ;)

Abrazos

raúl quinto dijo...

stalker,

la peli de cinco horas la dejaremos para más adelante, por ahora iré buscando la de la madre con su hijo a ver qué tal (como siempre gracias por tu guía cinéfila).

Los nombres que das están ahí, es gente con una obra de peso que alcanza grandes alturas, nada que objetar. Me gusta que especifiques que Mestre no te gusta pero te parece un gran poeta, ese matiz te honra y suma más a tu valor como lector. Por lo demás, como dices, esas selecciones mundiales que puedas o puedo hacer en un momento dado no tienen más valor que el del entretenimiento, ni haces, ni hacemos, ni deshacemos nada con eso. Pero eso sí, el entusiasmo que podamos trasmitir por algún que otro autor hará que nuestros amigos ya lean con otros ojos o con más interés a ese autor. Algo incide entonces.

En cuanto a Olvido, su poesía tiene personalidad, fuerza y entra dentro por lugares que no lo consiguen otros poetas, toca otras fibras, por eso engancha.

un saludo.

PD. si es que desde que no te picas conmigo este blog es más aburridillo...

Ana Hidalgo dijo...

de los poemas de garcía valdés a mí me admira su construcción que me parece perfecta, un verbo envuelto en sí mismo. todavía no he leído la poesía completa, pero en ello estoy.

yo he visto unas cuatro películas de sokurov, aún no he visto la que cita stalker, pero de las que he visto sin duda "madre e hijo" es mi favorita. su estética es envolvente. estoy segura de que la disfrutarás mucho, raúl.

un beso.

raúl quinto dijo...

ana,

es cierto que en su poesía cada palabra suma, son piezas "perfectas" en ese sentido, sí. Se te acumula el trabajo este verano, qué envidia.

Ahora ya no tendré más remedio que ver esa peli de Sokurov ;)

un beso blasfemo

Látigo Verde dijo...

Picasso: "¿Qué queremos pintar, lo que hay en la cara, lo que hay dentro de la cara, o lo que hay detrás de ella?".

Creo que en este poema están las tres cosas; piel, gesto, temblor.

Gracias por el poema. Me ha encantado. Iré a por más.

Saludos,

Martha

raúl quinto dijo...

Pucelle o Martha (¿cómo deseas que te llame?) ciertamente la poesía de Olvido tiene mucho que ver con la pintura, con la gran pintura como la de Picasso y esa frase fantástica que traes define en gran medida su forma de acercarse a lo poético y a lo real.

Gracias a ti.

Látigo Verde dijo...

Pucelle es "mon nom de guerre"(fue, entre otras cosas, el pseudónimo que usé en un certamen), así que puedes usarlo cuando te la esté dando (guerra).

Bromas aparte, llámame Martha.

"Escrutar es áspero / y no lame" (Olvido García Valdes).

Saludos,

Martha

raúl quinto dijo...

estupendo Martha, así lo haré.... mañana os contaré todos cómo fue la lectura de esta tarde, una pista: mereció la pena.

raúl quinto dijo...

RELATO DEL DÍA DE AYER. OLVIDO Y OTROS OLVIDOS.



día raro almeriense, calor bochornoso y lluvias esporádicas y por momentos furibundas. Salgo a hacer la compra, justo cuando cierro la puerta me doy cuenta de que me he dejado las llaves dentro. Mis caseros no están en la ciudad, espero con dos bolsas llenas del Super Olé a que vuelvan: no lo hacen. Faltan cinco minutos para la lectura, yo estoy en bermudas y sin gafas (en cuanto anochezca no veré un carajo), aparece mi invitado. Mi invitado es un ojo en el ciberespacio. Ha venido desde muy lejos y yo estoy en la calle. Quisiera llevarme la polilla para que Olvido me la firme, pero estoy en la calle sinm gafas ni llaves. Guardo la compra en su maletero, nos vamos al paseo, paramos en un bar, llegamos tarde, pero caen dos cervezas con su tapa. Fresquitas, necesarias. Llegamos al Aula, como siempre está medio llena de alumnos de 4º de la ESO que buscan 0´25 más en su nota, son insoportables. José Andújar termina su presentación. Yo no veo un carajo, de vez en cuando me tengo que poner las gafas de sol graduadas para situarme (entre eso, las bermudas y mi camiseta de Joy Division tengo que dar un aspecto un poco desalentador).

Olvido comienza leer, apenas hace comentarios entre poemas, va recitando poemas de sus libros,por bloques, en algunos momentos se me pone la carne de gallina: creo que estoy asistiendo a un buen recital de poesía de muchos kilates. Me asombra la dicción perfecta, cómo construye esos poemas en el aire, poemas que a la hora de leer incomodan a la mente por su fragmentarismo y por su no inicio-no final. Es el ritmo de la mente, el pensamiento en flashes, un collage mental. Eso le comento luego a mi amigo el ojo, lo de Olvido es un collage mental, no es corta y pega o fragmentarismo o imitación eliotiana, no, es el ritmo del pensamiento, un collage mental: ella incorpora la técnica artística al material del que están hechos los poemas.

De vez en cuando golpea alguna frase. Algún hit que como en un concierto deseas que toquen y lo tocan y casi lo tarareas. Descubres otros matices. Es buena. Muy buena. Lástima que los chavales no se callen. Sus palabras, las de ella, se quedan suspendidas en el aire, una idea te atrapa y juega contigo, por eso los poemas largos se hacen algo excesivos, la mente no soporta tanto golpe, entonces es el sonido, la música.

Después la gente le pregunta y le comenta, las preguntas son pobres y absurdas, empezando por la mía, pero sus respuestas confirman que estamos ante una inteligencia madura, creativa, precisa e interesante. Da varias lecciones de coherencia en pocos minutos.

Acaba el recital. Unos breves minutos de charla con ella demuestran que no tiene prejuicios de hablar con un tío en bermudas con una camiseta negra de Joy Division y que mira como si estuviera drogado o ido (mis gafas lloraban en casa). me cae bien, siento esa sensación gratificante de estar ante alguien potente y real, una poeta, con todas las letras. Qué bien. llueve. Me voy con mi invitado a comer sushi y a hablar de literatura y de la vida.

Entre medias consigo las llaves y me pongo las gafas, me doy cuenta de que es posible que ahora mire de otra forma.

Esther Cabrales dijo...

Yo confieso no haberla vivido.

raúl quinto dijo...

esther, la vida puede hacerte vivirlo más adelante, eso lo bueno que tiene.

un saludo.

rubén m. dijo...

Gran crónica. Ese ojo invitado tuyo seguro que se lo pasó en grande y disfrutó de la cadencia hipnótica, la inteligencia y la sensibilidad afiladísima de Olvido.

¡Qué envidia!

raúl quinto dijo...

rubén, ese ojo acabó con los suministros de cerveza de almería, imagino que eso es algo positivo.

Ana Hidalgo dijo...

Me alegro que mereciera la pena el recital, no es fácil encontrar un poeta que sepa también emocionarte con su voz al leer. Lástima que no pudiera estar allí, escuchar a olvido garcía valdés y poder comer luego sushi contigo y con ese invitado ojo del ciberespacio –el sushi y la cerveza es la combinación de sabores más perfecta que existe :)

Lo que cuentas de las gafas y la visión me ha recordado mucho a un cuento de Clarice Lispector llamado “Miopía progresiva”: "Y fue como si se le curase la miopía y viese el mundo claramente. Fue la visión más simple y profunda que hubiera tenido del universo donde había vivido y viviría. No una visión del pensamiento. Era como si se hubiese quitado las gafas y fuese la propia miopía lo que le permitía avizorar. Acaso fuera a partir de entonces cuando adquirió un hábito para el resto de su vida: cada vez que la confusión aumentaba y veía poco, con el pretexto de limpiarlas se quitaba las gafas y, sin ellas, escrutaba al interlocutor con una reverberante fijeza de ciego”.

A mí siempre me ha llamado mucho la atención el mirar a los ojos a alguien que se quita las gafas. No es sólo la mirada perdida, es que de repente sus ojos se agrandan, se quedan desnudos, y así yo me quedo siempre aturdida durante unos segundos. De hecho, en alguna ocasión estando yo con alguien que llevara gafas, y por supuesto alguien con la que tuviera la suficiente confianza como para saber que no se iba a molestar, yo misma le quitara despacito las gafas para mirarle durante un momento sin ellas.

raúl quinto dijo...

ana,

podrías haberte venido, creo que hubo un viaje especial granada-garcía valdés, te tienes que informar de esas cosas... como con lo de francesca woodman...


lo que me cuentas del cuento de Lispector es curioso, yo no veía mejor, es cierto, pero durante la lectura al tener el sentido de la vista mermado me concentraba más en la voz de olvido y claro, me arrastraba más palabra adentro.

Y sí, yo sin gafas me siento un poco desvalido, y si alguna vez me las quitas espero que me las devuelvas ;)

Antes del sushi con cerveza queda por ahí no sé qué de un nan de queso con cosicas.

un beso.

rubén m. dijo...

Más de una vez he oído que los miopes tenemos una mirada más sexy que el resto; quizá sea por esa desnudez, desvalidez o desenfoque que comentáis. Como siempre he vivido rodeado de miopes, no lo tengo nada claro...

Ana Hidalgo dijo...

No sé si es sexi, pero el echo de poder quitarle las gafas a alguien, o ver como alguien se las quita y te mira de cerca, sí tiene algo muy atractivo, íntimo y también tierno. Quizá también es que una no es miope, y así me he quedado prendada de tantas personas con gafas.

raúl quinto dijo...

bueno, lo mío es astigmatismo, supongo que tiene menos glamour, aunque suene muy bien con esa g tan sensual... y las gafas son parte de mí, solo me las quito para tres cosas.

el mundo de las lentes, en qué cosas deriva un poema de olvido...

rubén m. dijo...

Para tres cosas. Qué fichaje estás hecho, jajaja... yo veo muy poquito sin las gafas o las lentillas, así que una de esas tres cosas a veces sí la hago con ellas.

Látigo Verde dijo...

¿Y la compra? ¿No se te quedaría en el maletero? Porque con el antecedente de las llaves...

Por lo demás, veo que estuvo realmente bien, qué suerte poder estar.

¿Habrá alguna explicación para el fenómeno generalizado de las preguntas tontas en estas ocasiones? Es que no falla, oiga, siempre caen... Es una cosa...

Saludos,

Martha

Stalker dijo...

Gran descripción del evento, Raúl. ¿Seguro que no eras tú quien doblaba a Matt el viajero en el mundo de los Fragel?

Poco se puede decir de Olvido que no se haya dicho ya... Para quien quiera hacerse una idea de cómo lee (pienso en Ana), insisto con este enlace de Youtube:

http://www.youtube.com/watch?v=Ka9akXQ7EwQ

Ella avanza lenta, cifra su eficacia en algo agazapado, envolvente, algo que no se muestra, que se insinúa apenas. Tampoco es poesía "esencialista", creo: en esos meandros va arrastrando ramitas, detritus, sedimentos que se acumulan en la mirada. Como un río que se remansara en pozas y arrastrara lodo y árboles caídos. Muy curioso...

No es extraño que acabéis hablando de lentes en una poeta que explora su propia mirada, que tiene como punto focal esencial una forma particular de escrutar el afuera y tamizarlo por el falso adentro, depurándolo...

Yo también llevo gafas. Miopía absoluta. Sólo me las quito para cuatro cosas.

Y me parece pecado irredimible regar el sushi con vulgar cerveza. Ese maná sólo admite agua o sake caliente. Pero vamos, sois libres de practicar cuantas perversiones culinarias queráis, no seré yo quien os frene ;)

Abrazos

raúl quinto dijo...

rubén,das por sabidas qué tres cosas son,lo mismo te llevabas una sorpresa...aunque creo q son las mismas que digo yo :P

raúl quinto dijo...

martha,

la compra la saqué, aunque hoy me he dado cuenta de que se me olvidó devolverle su paraguas al visitante, en fin,mi cabeza es una cosa que lleva gafas y poco más.


lo de las preguntas absurdas,bueno,tal vez el estado en que uno se queda dp de un buen recital dificulta articular ideas más o menos brillantes.

La pregunta más chorra de los últimos tiempos fue hace un par de semanas cuando alguirn le preguntó a juan andrés garcía román cuál era la función o qué era un prólogo en poesía...

raúl quinto dijo...

stalker,

siempre quise ser un fraggel, gracias por el piropo.

ya hemos dicho por aquí la cuestión del ojo-filo de olvido. tremendo. otra cuestión que no es menor y sobre la que hablamos bastante anoche fue por la cuestión técnica. los encabalgamientos magistrales, la música envenenada, en fin... una serie de matices inacabables.

somos todos unos gafotas, por lo que veo, yo al menos no soy miope por lo que me siento un homo superior.

y bueno lo de la cerveza, ¿conoces algo que quite mejor la sed en verano con sushi o sin sushi?

PD acabo de regresar de un recital nocturno de Pablo garcía Casado, la vida está hecha de contrastes, y es maravillosa.

Stalker dijo...

Raúl:

esa pregunta era de nivel. He visto cómo tras una lectura se formulaban las siguiente preguntas a diversos poetas:

-¿Usted escribe?

-Dicen que es usted una persona muy interesante, ¿a qué se dedica?

-¿Por esto le pagan? ¿Por decir estas chorradas?

Son preguntas reales, no me las invento.

Luego hay maravillas como la siguiente:

Pregunta: ¿Usted escribe a ritmo de Internet o a ritmo de caracol?

Respuesta: A ritmo de caracol... básicamente babeando...

rubén m. dijo...

"¿Usted escribe?"

jajaja esta pregunta es sublime, lo digo en serio. Digna de Groucho Marx o Valle-Inclán. Debería de hacérsela más de uno a sí mismo.

raúl quinto dijo...

Contesto el cuestionario

-¿Usted escribe?

viendo la calidad de lo que leo esta claro que lo hace un chimpancé por mí.

-Dicen que es usted una persona muy interesante, ¿a qué se dedica?

al interés, por ahí le habrá llegado la info.

-¿Por esto le pagan? ¿Por decir estas chorradas?

No sabes cuántas veces me he hecho yo mismo esa pregunta


Pregunta: ¿Usted escribe a ritmo de Internet o a ritmo de caracol?

¿al ritmo de tu puta madre?