jueves, 17 de febrero de 2011

A UNA CARROÑA (Charles Baudelaire)

Recuerda lo que vimos, alma mía,
esa mañana de verano tan dulce:
a la vuelta de un sendero una carroña infame
en un lecho sembrado de guijarros,

con las piernas al aire, como una mujer lúbrica,
ardiente y sudando los venenos
abría de un modo negligente y cínico
su vientre lleno de exhalaciones.

El sol brillaba sobre esta podredumbre,
como para cocerla en su punto,
y devolver ciento por uno a la gran Naturaleza
todo lo que en su momento había unido;

y el cielo miraba el espléndido esqueleto
como flor que se abre.
Tan fuerte era el hedor que tú, en la hierba
creíste desmayarte.

Zumbaban las moscas sobre este vientre pútrido
del cual salían negros batallones
de larvas que manaban como un líquido espeso
por aquellos vivientes andrajos.

Todo aquello descendía y subía como una ola,
o se lanzaba chispeante
se hubiera dicho que el cuerpo, hinchado por un aliento vago,
vivía y se multiplicaba.

Y este mundo producía una música extraña
como el agua que corre y el viento
o el grano que un ahechador con movimiento rítmico
agita y voltea con su criba.

Las formas se borraban y no eran más que un sueño,
un esbozo tardo en aparecer
en la tela olvidada, y que el artista acaba
sólo de memoria.

Detrás de las rocas una perra inquieta
nos miraba con ojos enfadados,
espiando el momento de recuperar en el esqueleto
el trozo que había soltado.

Y, sin embargo, tú serás igual que esta basura,
que esta horrible infección,
¡estrella de mis ojos, sol de mi naturaleza,
tú, mi ángel y mi pasión!

¡Sí! tal tú serás, oh reina de las gracias,
después de los últimos sacramentos,
cuando vayas, bajo la hierba y las fértiles florescencias,
a enmohecer entre las osamentas.

Entonces, oh belleza mía, di a los gusanos
que te comerán a besos,
¡que he guardado la forma y la esencia divina
De mis amores descompuestos!





[de Las flores del mal, 1857]

7 comentarios:

Jorge Díaz Martínez dijo...

Se tomaba en serio lo de unir fealdad y belleza...

raúl quinto dijo...

en eso también sigue siendo más moderno que todos nosotros.

adolfo dijo...

Raul, sin saberlo y no es coña, intuyes,adivinas y ; casi presientes.

otro trallazo, otra verdad de vertigo, pero tambien hay belleza cenicienta, aspera..

NO SE PUDO DESCRIBIR ESTO MEJOR...
DOLOR MAGNIFICO SI.Y TODO ESTO HABIENDO DICHO ADIOS A UN GRAN AMIGO EL LUNES EN TARDE CARDENA Y FRIA.
NO HAY DOLOR HERMANO, SOLO UNA LUZ INTERIOR Y BELLA..


BENDITO SEAS POR HACERME CATARSIS INCLUSO CON DOLOR.ABRAZACOS

PS: POR FAVOR RECOMIENDAME EDICION DE ESTAS FLORES

Jorge Díaz Martínez dijo...

si es que estamos aburguesados!

Luis Bagué dijo...

La verdad es que el poema es impresionante. Y los "amores descompuestos" huelen que alimentan. Recuerdo que Alberto Santamaría tiene una sugerente lectura del texto en EL POEMA ENVENENADO.

raúl quinto dijo...

Adolfo,

la más asequible es la de Cátedra, como sea, es un libro imprescindible.



Jorge,

aburguesados puede, más bien dormidos.


Luis,

este poema es una lección en sí mismo, e imagino que la lectura (que no he leído) de Santamaría es tan inteligente como casi todo lo que escribe. Ese libro lo tengo en el debe, supongo que caerá el día menos pensado.



saludos.

adolfo dijo...

gracias hno. besos