viernes, 23 de octubre de 2009

un poema de Benito del Pliego

Las diferentes huellas, manchas; quien las anima a ser contempla sus perfiles. Ve círculos, sus centros, la lluvia de rojo sobre el plata, la ondulación de las estrías sobre el campo negro... Huella a huella el ojo quiere ver, los rasgos se componen, leemos el silencio; una A se advierte en la cabeza de una vaca.









[de Merma, 2009]

8 comentarios:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Benito es una esclusa
por la que atravesar
del silencio a la justa palabra.

Un abrazo

Víktor

soperos dijo...

jorl, buen poema de benito... los versos de ese libro me los estoy bebiendo a sorbos, que tienen una enjundia impresionante.

abrazos!

mariano

Eva Monzón dijo...

¿El ojo ve lo que está dispuesto o lo que el alma anhela?, el alma desea ver lo que un simple ojo no vería solo, sin ella.

Me gusta mucho tu poesía. Espero leerte más.

evamonzonj.blogspot.com
escritora

raúl quinto dijo...

Víktor,

Benito es una esclusa y una buena escusa para ver a gente apañada por aquí, como tú, encantado.



Mariano,

es una alegría tenerte, y sí que es verdad que Merma es un poemario con poco desperdicio, poquísimo. Muy buena lectura.



Eva,

bienvenida al interior del vértigo, es tu casa para lo que quieras. Gracias por lo que dices de mi poesía... este poema de Del Pliego me fascina por las preguntas que lanza sobre la percepción, el lenguaje, los propios signos...



abrazos a todos!

rubén m. dijo...

La necesidad del lenguaje, la forma en que intenta someter lo no lingüístico. Es un poema realmente interesante tanto por sus ideas como por su formulación, su lenguaje preciso y hondo. No he leído nada de Benito del Pliego, "Merma" es su primer libro?

abrazos

raúl quinto dijo...

rubén,

Benito del Pliego tiene unos cuantos (e inencontrables, al menos para mí) libros anteriores a Merma, el hecho de que viva en EEUU hace aún más recóndita su poesía, pero es un buen poeta y este Merma tiene su cosa, va con un prólogo de Marcos Canteli además. Merece el rato.

un abrazo.

Ana Hidalgo dijo...

"una A se advierte en la cabeza de una vaca"

me quedo con esta frase, que para mí es la frase-centro del texto porque fue la frase que me hizo temblar, el resto me pareció una preparación a ell, pero una preparación casi desganada. La no es original, no sorprende, ya la sabíamos, pero te sacude porque esta dentro de nosotros, es realidad, lo que somos, somos lectura: el hombre lee el mundo, una A se advierte en la cabeza de una vaca.

Un beso.

raúl quinto dijo...

efectivamente, ana, como a ti fue esa misma frase la que me dejó con-fundido, ahí está la clave y el misterio. El signo A de repente en la cabeza de un animal, la abstracción puramente humana materializándose en la naturaleza porque sí... no sé, me resulta inquietante y sumamente poético.