jueves, 1 de octubre de 2009

LOS HOMBRES HUECOS (T.S. Eliot)

I

Somos los hombres huecos
somos los hombres rellenos
apoyados uno en otro
la mollera llena de paja.¡Ay!
Nuestras vces resecas, cuando
susurramos juntos
son tranquilas y sin significado
como viento en hierba seca
o patas de ratas sobre cristal roto
en la bodega seca de nuestras provisiones

Figura sin forma, sombra sin color,
fuerza paralizada, gesto sin movimiento;

los que han cruzado
con los ojos derechos, al otro Reino de la muerte
nos recuerdan -si es que nos recuerdan- no como
perdidas almas violentas, sino sólo
como los hombres huecos
los hombres rellenados.



II


Ojos que no me atrevo a encontrar en sueños
en el reino del sueño de la muerte
esos ojos no aparecen:
ahí, los ojos son
luz del sol en una columna rota
ahí, hay un árbol meciéndose
y las voces son
el canto del viento
más lejanas y más solemnes
que una estrella que se apaga.

No me acerque yo más
en el reino del sueño de la muerte
revístame yo también
de tan deliberados disfraces
pelaje de rata, piel de cuervo, palos cruzados
en un campo
comportándome igual que el viento
sin acercarme más...

No ese encuentro final
en el reino crepuscular.



III



Esta es la tierra muerta
esta es la tierra del cactus
aquí se elevan las imágenes
de piedra, aquí reciben
la súplica de la mano de un muerto
bajo el titilar de una estrella que se apaga.

Así es
en el otro reino de la muerte
despertar solo
a la hora en que
temblamos de ternura
labios que querrían besar
forman oraciones de piedra rota.



IV


Loa ojos no están aquí
no hay ojos aquí
en este valle de estrellas que mueren
en este valle hueco
la quijada rota de nuestros reinos perdidos
en este, el último de los lugares del encuentro
vamos a tientas juntos
y evitamos hablar
reunidos en esta playa del rio hinchado

sin vista, a no ser que
reaparezcan los ojos
como la estrella perpetua
rosa multifoliada
del crepuscular reino de la muerte
la esperanza solamente
de hombres vacíos.



V


Al corro del higo chumbo
al higo chumbo higo chumbo
al corro del higo chumbo
a las cinco de la mañana.


Entre la idea
y la realidad
entre el movimiento
y el acto
cae la Sombra

porque Tuyo es el Reino

Entre la concepción
y la creación
entre la emoción
y la respuesta
cae la Sombra

la Vida es muy larga

Entre el deseo
y el espasmo
entre la potencia
y la existencia
entre la esencia
y el descenso
cae la Sombra

pues Tuyo es el Reino

pues Tuyo es
la Vida es
pues Tuyo es el

Así es como acaba el mundo
Así es como acaba el mundo
Así es como acaba el mundo
No con un estallido sino con un quejido.








[1925]

14 comentarios:

Stalker dijo...

Juraría que has subido este poema antes... o sería otro de Eliot. En todo caso, me doy por bien servido con este poeta estratosférico...

salud

raúl quinto dijo...

subí un fragmento, era de justicia subirlo entero. Cuando he terminado de teclear se me han caído los dedos al suelo de la impresión, puta obra maestra.

Lola Torres Bañuls dijo...

Puff esto antes de ponerse a trabajar es tremendo. Tremendo poema.

Gracias Raúl.

Stalker dijo...

Ah, era un fragmento, no estaba entonces descaminado...

Estos días estoy por releer "El bosque de la noche", de Djuna Barnes. Lleva prólogo de Eliot, que lo consideraba una novela de una potencia poética devastadora. A ver qué pasa al transitar por esos surcos ya conocidos... Cada día me gusta más releer, Eliot también aguarda su momento.

salud

raúl quinto dijo...

Lola,

en mi modesta opinión hay pocas cosas mejores que leer que este poema, es todo un catálago sobre el hombre y sobre las posibilidades infinitas de la poesía. ¡buen día de trabajo!



Stalker,

buena memoria la tuya, la relectura es un placer porque uno suele volver a territorios donde ha sido feliz, a mí el buscar material para el blog me hace releer mucho, y por eso amo este blog, porque me obliga a volver a Eliot, a Emily, a Celan... Eliot además (lo digo por el prólogo ese) fue casi mejor crítico que poeta, aún hoy muchos se rigen por sus leyes. Y yo su Teoría y Función es uno de los pocos pocos libros de crítica pura y dura que he leído, y gozosamente.

Anoto a Barnes.


abrazos.

Esther Cabrales dijo...

Me reitero en lo que te dije, Raúl. Sí que me sacude el poema como una explosión estética, y me atrae, pero me cuesta trabajo, mucho trabajo, mirar como lo hace él. No obstante, seguiré mirando.

raúl quinto dijo...

esther,

no intentes mirar con los ojos de Eliot, no es necesario. Con los tuyos basta, el poema lo terminas tú, poco importa qué quisiera decirnos el viejo TS.

Ana Hidalgo dijo...

Qué bueno Eliot, aunque para mí no hay nada como los Cuatro cuartetos.

La relectura no sólo es necesaria -porque hay autores que necesitan la relectura y hay relecturas que necesitamos nosotros- sino que también supone un ejercicio de autoconocimiento. Uno comprueba sus distancias, lo sucedido, los contextos. Hay que releer, reescuchar y también reamar.

Por cierto, Eliot tenía razón, "El bosque de la noche" es devastadora. Una de mis novelas favoritas.

Rebesitos.

raúl quinto dijo...

ana,

releer es como dices, aunque a veces es un ejercicio que nos desnuda a nuestra estupidez anterior... hay muchas cosas que me gustaron mucho y que al releerlas ahora no me dicen nada o me irritan, también es verdad que ahora soy más intransigente y transigente que antes (no es una paradoja). hablas de los Cuatro Cuartetos y no puede más que decirte que ese "poema" es, como este de los hombres huecos o la tierra baldía, un punto álgido de la poesía del XX y tal vez de la Historia misma... eso ha sonado muy ampuloso pero lo mismo hoy estoy ampuloso, tengo una montaña de lecturas pendientes a la que ahora sumo sin remisión el libro de Barnes.


un beso.

Stalker dijo...

Caray, Raulus:

celebro que por una vez dejes de ser políticamente correcto y sueltes una ampulosidad brutal con lo de Eliot. Ten cuidado que te estás pareciendo a mí.

Abrazos

PD Ya imaginaba que "El bosque de la noche" iba con Aniuska...

raúl quinto dijo...

stalker.

si me estoy pareciendo a ti es una malísima noticia... bueno, lo que digo de Eliot es una hipérbole, tal vez, pero lo digo desde mi propia entraña: alguna vez lo he dicho, creo, Eliot y tres o cuatro más son para mí como el calcio de mis huesos, me elevaron y me sostienen. Eliot además simboliza una etapa de mi vida muy productiva y especial.

un abrazo.

rubén m. dijo...

Para mí, ya lo sabes, Eliot también representa una etapa de mi vida. Es más, "Los hombres huecos" fue el primer poema que traduje en mi vida, puesto que estaba descontento de la versión de J.M.Valverde y es un texto relativamente "fácil" para atreverse con él. No sé que habrá sido de esa versión al español que perpetré.

Es un poema sobrecogedor. En cuanto a todo Eliot mi preferencia es "La tierra baldía" -que para mí es algo así como el descubrimiento de la Teoría de la Relatividad aplicado a la literatura-, seguido muy de cerca de los gigantescos Cuatro Cuartetos, después vendrían Miercoles de Ceniza y estos Hombres Huecos, sobre todo la última parte me parece demoledora.

Gracias por la inyección eliotiana, esto hay que releerlo cada año. Hay tantas cosas que leer una vez al año que agobia...

un abrazo

raúl quinto dijo...

rubén,

para mí también La Tierra Baldía es la primera en la carrera Eliotiana, una vez descubres el mecanismo del poema no puedes dejar de asombrarte toda la vida. Mi traducción favorita de ese poema es precisamente una inédita que tú y yo conocemos. Cuando un apasionado te enseña las entrañas de sus pasiones no hay otra cosa que alimentarse y crecer. Cómo añoro a veces esos tiempos...


un abrazo.

Anónimo dijo...

compartir pasiones, inmejorable forma de compartirlo todo (o casi todo)....me alegra regresar...

"El río está dentro de nosotros, el mar en torno nuestro;
El mar es también el borde de la tierra,
El granito en que se adentran las olas.."