domingo, 9 de agosto de 2009

SIN (Chantal Maillard)

Llegar a otro. Sin
otro. Sin llegar a.
No apretar los dientes.
Soltar la presa. Sin.







[de Hilos, 2007]

28 comentarios:

Stalker dijo...

Caray, Raúl, parece que hubieras pensado en mí; siempre tuve especial debilidad por ese poema breve del libro "Hilos". Es un pequeño maelström cíclico, una miniatura de cristales rotos. Me abro como fruta madura y dejo que ese extraño y polícromo escarabajo lingüístico interrogue mis perplejidades...

abrazos

Portinari dijo...

Me enanta estos cuatro versos de Chantal.
La esencia condensada, para repirarla y sentirla sin leer.

Hacía tiempo que no caía por aquí, saludos Raúl Vértigo.

raúl quinto dijo...

stalker,

este poema es una pequeña y densa maravilla, uno de mis preferidos de Maillard. Pero qué te voy a decir de Chantal yo a ti...




portinari,

si este poema ha servido para volver a atraerte al agujero, bienvenido sea.

rubén m. dijo...

Impresiona este poema, sí. "Miniatura de cristales rotos" es una definición más que aproximada. Estoy leyendo "Husos" a ratos y está claro que esta mujer tiene una personalidad y una manera de vivir el lenguaje y el pensamiento que fascinan.

raúl quinto dijo...

en Husos precisamente puedes encontrar la matriz de este poema (y de casi todo el volumen de Hilos)... y es verdad que tiene una fuerza y una manera de cuestionar el lenguaje (y lo que el lenguaje denota y detona) que engancha y deja tiritando. Tal vez sea Husos el libro donde más alla disfrutado de su escritura, ese sí que es un libro tremebundo. Libro perfecto y agresivamente novedoso.

saludos ¿saludos?

raúl quinto dijo...

evidentemente donde dice "alla" debe decir "haya"... ya me se está orbidando crivir

Stalker dijo...

Hice el recuento y aproximadamente un tercio de "Hilos" procede de "Husos". La parte de "Cual", ese personaje sonámbulo y beckettiano, es independiente. Pero "Husos" es... indescriptible. Un libro tan inclasificable y potente que ningún crítico se fijó en él. ¡Ninguna reseña hasta donde yo sé, ni en prensa nacional, regional: nada! Es el primer libro de Maillard al que le ocurre esto; todos los demás, hasta la fecha, tuvieron repercusión mediática, por pequeña que fuera la editorial. Y este libro está en Pre-Textos, con distribución nacional amplia, y en América del Sur... Mi hipótesis es que las redacciones lo descartaron porque les pareció ininteligible...

Y es una pena, porque el libro somete al lenguaje, y al pensamiento, a una tensión muy creativa, casi insostenible en esas cien páginas devastadoramente nutritivas. Y tiene una virtud muy singular: cada lectura provoca una reacción diferente. Es como leer un libro diferente cada vez: te desarma, en cada ocasión, de una manera distinta. Para abordarlo, uno arma su mirada como si la lectura anterior no hubiera imantado cierta resonancia. Eso provoca lecturas elegíacas, estupefactas, insomnes, curativas, ensimismadas... como si el texto fuera una arena movediza de signos no fijados que se rearticulan constantemente: texto en ruinas que da cuenta de nuestro derrumbe y re-arme lector; texto vivo que muta permanentemente y amoneda nuestra desnudez, nuestra voracidad, con una "señal de incandescencia" diversa en función de la modalidad senti-mental que uno atraviese.

Es mi libro favorito de ella, por encima de "Matar a Platón" (que me gusta mucho). Una obra maestra en la sombra.

Creo que también es el favorito de Maillard de nuestra querida inquilina de Quien teme a Virginia Woolf...

abrazos

Ana Hidalgo dijo...

husos sí que es mi favorito sí, y mira que "matar a platón" e "hilos" son libros para mí buenísimos, libros que nadie debería perderse, pero "husos" tiene una fuerza especial, esa mezcla entre la reflexión sobre el lenguaje mezclado con la herida del lenguaje, esa ternura y ese análisis metódico a la vez, esa personalización y despersonalizacion. para mí no es sólo un gran libro, sino una gran influencia literaria y personal.

y también este poema es de mis favoritos. me gusta la brusquedad de sus versos, el corte de sus encabalgamientos, el aliento y el dolor que queda suelto. cristales rotos, stalker no podría haberlo dicho mejor.

un beso.

p.d- no tiene nada que ver con maillard, pero raúl, hace unos días he estado en una exposición de francisco farreras que me cortó la respiración. fue muy especial, porque iba andando por la calle en gijón y de repente pasé por una galería toda llena de cuadros de francisco farreras, pintor que me hiere de una forma que pocos logran, pintor del adentramiento como dije una vez, pintor de mi adentramiento. mi aspecto no podía ser peor en aquel momento -vaqueros rotos, camiseta mojada de agua de mar y manchada de salitre, despeinada y roja la cara por el sol- pero yo entre en la galería y empecé a temblar viendo esos cuadros -sus colores, sus maderas-, la dueña de la galería debió notar mi emoción porque se acercó a hablar conmigo, me llegó mucho porque ella se había emocionado con mi emoción, pero lo más sorprendente fue cuando me cruce en la galería al mismo farreras, un viejecito alto y con aspecto tranquilo, yo pensé en el barro, en la madera, en la cuerda, en los materiales, y la mano rozando los materiales, sí, me emocioné mucho.

raúl quinto dijo...

Stalker,


tu hipótesis de por qué no reseñaron Husos deja muy mal parada a la crítica de este país, yo quizás lo achaco más a la indefinición genérica del libro que posiblemente los descolocara por no saber a quién colgarle la reseña. Por cierto, Vicente Luis Mora hizo una reseña conjunta de Hilos y Husos.

También es el libro, ya lo dije, que más me ha impactado de Maillard, no he leído tantos como tú pero este Husos me parece mayúsculo, sí, una lectura que trastorna y enriquece. No le veo ningún pero.







Ana,

por aquí te nombraban. Sí que se nota que Husos te ha influido literariamente, es un curioso punto de partida para ir desarrollando un lenaguaje propio. Parece que este poemita nos está poniendo a todos demasiado de acuerdo...


lo que cuentas de Farreras es lo acojonante del arte: que te asalte sin avisar y te haga temblar, por eso merece la pena exponerse a sus zarpazos, ir a los lugares donde podamos ser presa fácil. Yo, por ejemplo, salgo esta tarde para París, de incógnito, a bañarme en sus cosicas.

Creo que en el hostal tengo wi-fi gratis así que iré actualizando esto :)

Stalker dijo...

Ana:

me ha conmovido esa manera tuya de recibir al pintor. Sin palabras.

Gracias por ese estremecimiento y esa forma de estar-ahí...



Raúl:

quizá es cierto lo de la indefinición genérica... Leí lo de Vicente Luis Mora, pero me pareció una reseña desacertada porque analizó "Husos" a partir de la metáfora del huso de la Bella Durmiente. No entendió que los husos son husos mentales y que el libro es un procedimiento de auto-observación. La cosa está más cerca del budismo que de la Bella Durmiente, desde luego.

También atribuía "indiferencia poética" a la autora -de "Hilos" hablamos- y le recomendaba que volviera a escribir como en sus primeros libros, sin someter el verso a los torturantes procedimientos que describe Ana. Esta recomendación me pareció insólita, porque el salto cualitativo y de calidad entre los primeros y los últimos poemarios de Chantal es más que evidente. Si en poesía tu estilo evoluciona, te acusan de no escribir poesía. Si no avanza, te acusan de haberte estancado. Curioso, ¿verdad?

Caso aparte, y que resulta muy difícil de entender, es que "Hilos", según él, no tenga lenguaje poético, y "El fósforo astillado" y "Wrengo Rongo" sí. Parece una incongruencia en alguien inteligente y atento como Vicente.

abrazos

PD: ¿otra escapada? ¿A París? No te privas de nada, qué caña, pibe...

raúl quinto dijo...

stalker,

¿la reseña es desacertada porque su interpretación no se corresponde con la tuya? yo tampoco leí el libro pensando en la bella durmiente, aunque en occidente la palabr huso siempre vaya aparejada a ese cuento... lo que hace Vicente es interpretarlo, ofrecernos otra lectura que pueda complementar la que ya tenemos.

En cuanto a lo de la indefinición poética, no creo que la solución sea la regresión a Lógica Borrosa u otros libros más asumibles a la forma poética de toda la vida. Yo creo que Matar a Platón es un libro sobresaliente de poesía y que la mejor forma para "contar" Hilos es Husos, me explico, en Husos la forma y el contenido se acoplan de manera perfecta, ese es el continente que reclama ese (des)lenguaje, mientras que en Hilos (cuyo mensaje, ideas, etc. está ya contenidas en Husos) no concuerda formalmente porque ya está dicho y mejor en Husos. Hilos es un libro interesante no obstante, pero no termina de estar bien engarzado, en mi humilde opinión. y que conste que esto es porque a Chantal hay que exigirle más que a ningún otro, porque ya ha demostrado que se sale del mapa.

un saludo y no te cabrees.

PD, parís, sí, a ver si encuentro a la bruni...

Stalker dijo...

Raúl:

ja, ja, no me cabreo... No estoy de acuerdo contigo, evidentemente. Como lector, "Hilos" me parece una lectura que se sostiene de forma autónoma, por mucho que el libro-matriz sea mejor. Lo que ocurre es que Hilos es un libro más imperfecto, más deshilachado (nunca mejor dicho): exhibe cierta herrumbre voluntaria, la honda leña muerta de la desolación. En cambio, "Husos" es un tronco vivo. Es el rastro que queda después de que una legión de hormigas arrasen una selva, mientras que Husos es la incursión en directo.

¿Carla Bruni? Busca a Barbara. A lo mejor la encuentras por allí...

Bon voyage, ami, te envidio sanamente...

PÁJARO DE CHINA dijo...

Cuatro líneas como cristales rotos. "Cómo llegar a otro" descompuesto y astillado en cuatro líneas, para entender de qué se trata. De que no sea el "otro". De que no tengamos que "llegar" a él, porque ya estamos en él. Soltándolo todo, desnudos. No hay puente, no hay cruce. No podemos llegar adonde ya estábamos.

Creo que la mejor puesta en acto de estas cuatro líneas es la existencia dentro de Ana de los cuadros del pintor que ha visto en un museo. Incluso Ana habla de "adentramiento". No se "llega" a otro. Estamos en el otro, "adentrados". Ana veía en esos cuadros los cuadros que ya estaban dentro de ella. Por eso no necesitó acercarse al pintor ni saludarlo. La mano del pintor rozaba los materiales dentro de Ana; la madera, la cuerda y el barro eran parte de Ana, la constituían. Por eso Ana temblaba. Esa mano estaba en su interior, rozando materiales mezclados y revueltos con su sangre.

No se "llega" al otro. Se "es" el otro, en el "otro", "adentrado".

Siento que la experiencia de Ana explica las cuatro líneas de Maillard como ninguna palabra podría explicarlas.

Abrazos.

Látigo Verde dijo...

El chute que necesitaba. ¡Se agradece!

Retomado las palabras de Gaston Bachelard: "La miniatura es el aposento de la grandeza".

¡Un Beso!

Martha

raúl quinto dijo...

recién llegado a un hostal, cuarta planta de escaleras estrechas, sin ascensor. Mi baño es un zulo. Compruebo que sí, que la habitación dispone de wi-fi gratis, contesto vuestros mensajes, me doy una ducha y me pierdo por el barrio latino...



stalker,

me gusta cuando te cabreas porque estás como presente... Hilos es un libro notable, pero imperfecto, me pregunto qué necesidad tenía Chantal de publicarlo si ya había exprimido lo mejor de él en Husos... si veo a Barbara te la secuestro, ¿ok?


Mariel,

no estás muy lejos del "adentramiento" que este poema me sugiere a mí, sólo una cosa. intenta hacerte de alguna forma con Husos, es una lectura que te entrará en vena, seguro seguro... y es verdad que la experiencia de Ana tiene la pura potencia del gran arte, que como siempre digo está más en los ojos y en las venas del que mira antes del que cree. Farreras no es sino un apéndice de Ana, cierto.




Martha,

aquí tienes un camello siempre preparado para tus dosis de belleza y espanto. Cuánta falta me haría a mí ahora una dosis de buen francés (del idioma).


besos a todos!

Stalker dijo...

Raúl:

qué suertudo, paseando por el Quartier Latin. No te preocupes que con el inglés llegarás a todos lados...

Barbara está enterrada en un cementerio a las afueras. Pero la encontrarás más en la fachada del teatro Châtelet (Plaza de Châtelet), o si te das un paseo por la orilla del Sena, en el bar (antiguo cabaret) L'Ecluse.

Respecto a "Hilos", insisto en que es un libro completamente diferente. No sólo porque el 70 % del mismo es nuevo (el trasvase afecta a un tercio de la obra), sino porque los poemas trasvasados, convertidos en poema-explícito (y retocados a tal efecto) vibran de otro modo: es una metamorfosis, una encarnación y una traducción, una operación creativa, por otro lado muy posmoderna, porque nos hace reflexionar sobre el soporte, el andamiaje, la disposición tipográfica. Pero como estamos enrocados en nuestras posiciones, mejor lo dejamos aquí.

Disfruta como un canalla. Que te desvirgue la noche parisina ;)

rubén m. dijo...

Yo estoy leyendo "Husos" (gracias, Stalker!), de manera intermitente para disfrutarlo más (el momento Husos suele ser cuando me fumo un cigarro a través de la ventana del salón, cosa que por desgracia para mis pulmones y por suerte para mi cerebro sucede a menudo), y corroboro todo lo que estáis diciendo. Es una escritura desplazada y desplazante, cuando uno cree estar asiéndola se escapa y te obliga a moverte contínuamente para seguir en ella. Al mismo tiempo esa indistinción que convoca entre lo físico y lo intelectual, lo íntimo y lo despersonalizado, me resulta muy cercana, por más que se escape. Me creo lo que dice Stalker de las múltiples lecturas; debido a ciertas circunstancias personales mi lectura está muy enfocada hacia una dirección que quizá no es la más agradable de leer, pero que toca directamente los nervios y el estómago. Pero estoy seguro de que cuando lo revisite en el futuro habrá mutado en algo muy distinto. Un regalo increíble.

Lo que dice Ana de la exposición de Farreras me hace sentir un poco de rabia por mi mala suerte, pues yo también estuve en Gijón (por desgracia sólo medio día) y de haberla encontrado hubiera entrado en la galería sin pensármelo.

abrazos

rubén m. dijo...

Ah, Raúl, me alegro de que estés disfrutando de París y que nos lo puedas contar desde tu habitación con mini-ducha. Por cierto, menos mal que no acepté tu invitación de ir contigo, aunque bien que me hubiera gustado, debido a una circunstancia familiar hubiera sido desastroso.

raúl quinto dijo...

stalker,

mi himen ya está hecho jirones. Una anécdota que seguro te hará gracia: en la fabulosa librería Shakespeare and company (uno de mis sitios favoritos del universo) una especie de confesionario con una máquina de escribir roja (sin tinta) conminaba a todo aquel q se sentara a escribir un poema y dejarlo allí, por desgracia no tenía boli así que bajé los escalones para ver si me vendían alguno, tuve que esperar porque dos jovencísimas británicas estaban pidiéndole a la dependienta libros de Sarah Kane! (pensé, ¿serán lectoras de marienbad? ;) .... el caso es que mi visita a la librería da para mucho, qué gran momento allí, qué bueno estar vivo para estas cosas.



rubén,

espero que no sea nada grave lo que ha pasado en tu familia, en cuanto regrese a España te llamo... Me alegra mucho que Husos te esté llegando tan adentro, y es que, no me canso de decirlo, es un libro brutal. Además estoy seguro de que tu enfermo cerebro será capaz de extraer todo el jugo y convertirlo en savia fecunda. Habría estado bien un rubén deglutiendo parís conmigo, es cierto.

PÁJARO DE CHINA dijo...

Es como si estuviera leyendo "Husos" e "Hilos" a través de ustedes. Trasvasamiento de lecturas.

Raúl, me alegra tanto que estés en París. Y cómo me hiciste reír con el "me alegra cuando te cabreas porque estás como presente" y "mi himen ya está hecho jirones". Si podés, tomate un café por mí en Balzar (en diagonal al museo de Cluny). ¡Y un ratito por mí, también, en Shakespeare & Co., el antro de Sylvia Beach y su compañera!

Besos con boina.

Ana Hidalgo dijo...

parís... ya me gustaría estar a mí ahora allí, aunque eso significara volver a hacer la maleta. qué disfrutes mucho de tu viaje :)

y rubén, hubiera estado bien encontrarnos de repente en gijón y a ver visto juntos a farreras, aunque te hubiera exigido que tus vaqueros estuvieran igualmente rotos, sino no entro contigo.

raúl quinto dijo...

Mariel,

en shakespeare and co. ya estuve anoche, qué sitio más chulo de verdad. lo del café lo haré esta tarde. ahora me voy a la sainte chapelle a purgar mis pecados.


ana,

mi maleta va llena de cosas inútiles, supongo que tú habrías puesto algo de orden ahí dentro ;)

Stalker dijo...

Espero que lo de Rubén no sea nada...

Raúl, eres un híbrido entre King África y Matt el Viajero (de los Fragel Rock). Eres la Bomba...

Ya lo tengo: Robert Lowell (hay un cierto parecido físico contigo) + King África + Matt el Viajero / Rompetechos = Raúl Quinto.

Supera eso...

raúl quinto dijo...

stalker querido,

reconozco que he cogido unos kilos pero jamás me pondría una de esas túnicas kingafricanas, lo del tío Matt ya me lo han llamado otras veces y me llena de orgullo ser un fraggel, en cuanto a lo de rompetechos (why?) y lo de lowell (joer, es la primera vez q me dicen q me parezco a un escritor, me hace ilu aunque el tipo sea feo como yo sólo).

un abras

Stalker dijo...

Lo de Rompetechos es "dividido por": el ingrediente secreto para redondear la broma...

Pero lo del Lowell va en serio: no es que te parezcas, pero un cierto aire sí tienes. Éste podrías ser tú dentro de unos años:

http://homedir-a.libsyn.com/podcasts/71886f4b41d564ede9fb9857fcf989b1/4a83148d/indiefeedpp/images/Robert_Lowell.jpg

salud

blogger triunfa: me pide "unabso"

Stalker dijo...

PD: el otro día me preguntaron qué compartían los lectores de Maillard, si había algo que los definiera o hermanara secretamente. Respondí con el siguiente impulso: "Todos ellos saben hacerse pequeños y habitar la grieta que ella propone, y mirar el mundo desde allí".

Ahora descubro que la poesía a la intemperie, o cierta intemperie poética, puede cobijarnos si nos ofrece esa grieta. Hiatos purificadores o expiatorios.

Corto y cambio...

rubén m. dijo...

Ana, mis vaqueros también tenían un par de agujeros por los lados, aunque me imagino los tuyos mucho más rotos...

Jajaja, imaginarme a Raúl con túnica y micrófono cantando "bommmba" es lo más. A Lowell me parece que nos podemos parecer todos -físicamente- cuando seamos mayorcitos, pero a nuestro vertiginoso amigo le gustará más este retrato que es como de tebeo:

http://www.simonfieldhouse.com/Robert_Lowell_Simon_Fieldhouse.jpg

raúl quinto dijo...

stalker,

ya sabes que a mí el tema de las grietas es algo que me gusta bastante, así que vamos a votar afirmativamente a tu propuesta... aunque¿soy un lector de maillard?¿es esa una categoría distinta de la de lector en general?



rubén,

con el sueldo que te paga Griñán todos los meses ya podrías comprarte unos vaqueros nuevos, y siempre, es verdad, preferiré ser un personaje dibujado que uno real, como me conoces truhán. (de King Á. no hablo...)