miércoles, 22 de abril de 2009

sobre algunos cadáveres exquisitos

Hace muy pocos días nos bombardearon con la noticia de la muerte de J.G. Ballard. Supongo que todos más o menos sabéis quién fue este escritor. El cine nos acercó varios de sus mundos de auténtica pesadilla posmoderna: ahí queda esa magnífica Crash del amigo Cronenberg. Podemos decir que Ballard era uno de los nuestros. Su ojo clínico. Su insaciable dedo en la llaga. Su vocación eminentement artística y quirúrgica. Aún hoy sus exploraciones formales se siguen teniendo como referencia vanguardista, mucho de lo que se nos vende como ultramoderno no es sino una sombra de aquello que ya nos mostraba el viejo Ballard en sus primeras obras. Desde aquí y siguiendo el tópico de que no hay mejor homenaje para un escritor que leerlo, quiero recomendaros a todos, con la voz y las vísceras en la mano, el que es mi libro favorito del señor Ballard. Un libro que me ha condicioando también bastante como escritor, aunque esa influencia todavía no se pueda rastrear con soltura en mis libros.



Amigos, lean La exhibición de atrocidades. Es toda una experiencia.






Cambiando de tercio, y para los que estéis por Almería o cerquita, mañana se celebrará un recital itinerante con poemas de Valente que serán leídos en los rincones emblemáticos de la ciudad donde el poeta dejó algún tipo de huella. Los "lectores" serán nuestros dos premios Goya: Jordi Dauder y la pequeña Nerea Camacho. Quien se apunte que esté mañana a las 21:30h en la plaza de la Catedral. Tiene buena pinta el asunto.

14 comentarios:

Stalker dijo...

No leí "La exhibición de atrocidades", y también tengo pendiente de ver, cómo no, su adaptación cinematográfica, recientemente descargada.

El Centro de Cultura Contemporánea dedicó a Ballard una maravillosa exposición hace unos meses. Lo raro del asunto es que se analizaba en profundidad toda su obra y en las librerías apenas se encontraban tres o cuatro títulos... Otra enojosa asimetría...

Reconozco que en el ámbito de este tipo de literatura prefiero otra línea, a Stapledon o Stanislaw Lem (pesos pesados que escapan a cualquier categoría), pero debo admitir la aportación y la peculiar visión de Ballard a la cultura popular y -¿por qué no?- al arte contemporáneo.

Otro libro para buscar y leer...

Portinari dijo...

Añadido a mi lista.

¡Si Almería no fuera mi antípoda peninsular...! Aquí, lástima, el día del libro está muerto, ojalá de diagnóstico recuperable.
Un saludo.

raúl quinto dijo...

Stalker, subasana ese desliz y lee algún día este libro que te digo. La adaptación no la conozco, pero debe ser rara de cojones; una de las virtudes del libro es como reordena algunas coordenadas típcamente literarias, así que no sé cómo lo habrán afrontado en el cine para plasmas esa dislocación continua.

Yo no tengo a Ballard por un autor de Ciencia Ficción, aunque haya tocado el género. La exhibición no tiene nada que ver con la ciencia ficción, al menos de manera evidente. Algo así le pasa a Lem, aunque este es más scifíco que Ballard, a mí me va más el temperamento ballardiano. ea.

raúl quinto dijo...

Portinari, haremos un hueco virtual en el recital para que te ubiques. ¿de dónde vienes con tan funestas noticias?

Stalker dijo...

Yo subsano ese desliz a cambio de que tú subsanes alguno de los tuyos. Reciprocidad, hermano.

Leeré el libro, no lo dudes.

Y Stanislaw Lem tiene poco que ver con la ciencia ficción. No sólo no recurre a ella como telón de fondo en buena parte de sus libros, sino que, cuando la utiliza, es una excusa, siempre. No te digo nada que no sepas. Lo cual no quita para que te diga, sin inmutarme, que Lem es un escritor muy superior a Ballard en el aspecto formal. Pero eso también lo sabes...

raúl quinto dijo...

stalker y sus categorizaciones axionómicas: "este autor (que me mola a mí) es infinitamente superior a este otro (que te gusta a ti, oh, mequetrefe)"...

bueno, en verdad yo no alardeo mucho de mis gustos, pero intento subsabnar lo subsanable.

Hazme el favor de leer la exhibición para hablar de la revolución formal de Ballard de la que hablo, es aquí donde toca techo. Estoy seguro que te gustaría. Pero, eso sí, si no te lo lees no pasa nada, simplemente te perderías una obra maestra... pero hay demasiadas y la vida es mu corta.

un abrazo acidulante.

Ana Hidalgo dijo...

raúl, yo no he leído la novela, pero la película de la exhibición atroz es la película más rara que he visto yo en mi vida, a su lado casi todo el cine parece convencional. yo todavía no sé muy bien qué pensar de esa película, y ya hace bastantes meses desde que la vi.

me gusta eso de "si no te lo lees no pasa nada", quizá lo deberíamos decir siempre cuando recomendamos un libro.

un beso.

raúl quinto dijo...

ana, he visto tu comentario en el blog de rubén y me han entrado ganas de ver esa película... el libro también es un poco "raro".

Y sí, los buenos libros hay que leerlos pero si no se leen el mundo sigue girando. creo.

rubén m. dijo...

"La exhibición de atrocidades" es la "novela" más extraña de Ballard (no las he leído todas, pero parece que no hay discusión) y como dice Raúl formalmente es un prodigio. La prosa de Ballard en sus obras más convencionales ("Rascacielos", por ejemplo, también muy buena) puede ser algo más plana -voluntariamente aséptica, diría yo-, pero lamento contrariar a Stalker: "Crash" y "The atrocity..." estilísticamente me parecen bastante superiores a Lem. Al menos al Lem de "Diarios de las estrellas" y "Una provocación", que son los que conozco, geniales libros por cierto. Aunque claro, a Ballard lo he podido leer en su idioma original, a Lem no.

Se sitúa a veces a Ballard en la ci-fi pero pocas de sus narraciones están situadas en el futuro. Se podría hablar tal vez de distopía... Sus pesadillas son estrictamente contemporáneas, es el hombre que muestra el que está unos pasos por delante de nosotros, como si hubiera desarrollado la enfermedad que nos consume.

"What our children have to fear is not the cars on the highways of tomorrow but our own pleasure in calculating the most elegant parameters of their deaths"... qué grande.

Portinari dijo...

Gracias por el huequecito virtual Raúl, algún día averiguaré cómo ubicarme en él.
Aquí, en tierras de un tal Don Pelayo, algún acontecimiento hubo, pero lo que realmente se coció fueron los alumnos con el extraño calor que nos sobrevino.
Un saludo.

Stalker dijo...

Vaya, Rubén, creía que yo era el único que sostenía afirmaciones indemostrables… Stanislaw Lem tiene una gama de registros muy amplia: en “Vacío perfecto” se acerca nada menos a la precisión y la inteligencia de un Borges (a la vez que le rinde homenaje), autor que también te parecerá inferior a Ballard.
No sé, chicos, la muerte de Ballard ha provocado un sospechoso aluvión de hagiografías en la red: poeta, filósofo, pensador, músico, cima del siglo XX. No hay que pasarse: Ballard no es Hermann Broch, ni Michaux, ni es un nuevo hombre del Renacimiento. Que haya aportado cosas interesantes en su literatura es innegable; que sea el gran crack del siglo XX… es una hipérbole como otra cualquiera, más típica de mí y no de vuestra mesurada Weltanschauung. Jugáis a ser comedidos y burlaros del bufón y luego incurrís en desmesuras análogas.
Curioso que mis amigos más afectos a Ballard tienen su universo estético estructurado a partir de la música pop… No realizaré ninguna perniciosa inferencia a partir de la constatación de este hecho.

Abrazos

raúl quinto dijo...

os comento brevemente lo de Valente Itinerante, velada poética callejera de la que me acabo de recojer.

Escuchar los poemas de Valente en la voz de Jordi Dauder es toda una experiencia, por cierto Nerea Camacho recitó el de los patitos que tanto le gusta a uno de nuestros vistantes.

Ahora bien, lo mejor, sin discusión, lo que sí puedo catalogar como una pasada ha sido la performance-concierto-spoken de Maite Dono y el intruso. Esto es un hallazgo estupendo, no tengo muy claro lo que pensaría Valente de lo que han hecho con sus poemas,pero... ¿eso importa?

un 8.5 para los chicos del gaviero que son los que lían todos estos zapatiestos.

raúl quinto dijo...

y sobre el debate Lem vs. Ballard, el asunto me parece un poco inconsistente: ambos son autores de gran calidad, que merecen una lectura atenta y que pueden romper más de un tópico sobre la literatura genérica. Ballard no es dios, sin duda, pero tampoco Borges lo era, aunque este lo rozaba y en parte se lo creía.

La ciencia ficción ha dado cosas muy agradables de leer y otras incluso magistrales. Pienso a bote pronto en Bioy Casares o en Asimov, cada uno en su registro y con sus cosicas.

Y el que tiene una sorpresa ciencioficcionosa soy yo mismo, la veréis aquí en unos días.

rubén m. dijo...

Cito a Stalker: "Stanislaw Lem tiene una gama de registros muy amplia: en “Vacío perfecto” se acerca nada menos a la precisión y la inteligencia de un Borges (a la vez que le rinde homenaje), autor que también te parecerá inferior a Ballard.
No sé, chicos, la muerte de Ballard ha provocado un sospechoso aluvión de hagiografías en la red: poeta, filósofo, pensador, músico, cima del siglo XX. No hay que pasarse"

Bueno, los que seguimos a Ballard sabemos que ese aluvión de elogios lleva bastante tiempo en activo.Y más en la red donde te puedes encontrar cosas tan anormales como la página Ballardian (en mi blog hay un enlace) donde entre otras cosas hay un montón de vídeos experimentales inspirados en su obra... proyectos tan extraños que denotan que la influencia de Ballard en la cultura es bastante más amplia de lo que parece. Cima del siglo XX es mucho decir; de los 5 o 10 novelistas más importantes de la segunda mitad del siglo, entre los de lengua inglesa, sin la menor duda. Que no es poco. "Filósofo" es un concepto resbaladizo y peligroso, pero posiblemente sólo él, MacLuhan y Baudrillard han sabido analizar, prever y hacer arte a partir de(en el caso de Ballard) los vertiginosos cambios provocados en la sociedad y el individuo por los medios de comunicación de masas. Con sus errores y sus aciertos, claro.

Dices con acierto que Lem tiene una gran variedad estilística; lo corroboro, y eso se nota en los libros que te mencioné. En eso supera a Ballard, te lo concedo. Pero insisto en que estilísticamente me parecen más personal, más innovador cualquier párrafo de "the atrocity exhibition", con esas analogías contínuas entre paisaje y organismo, cultura y psicopatía, muchas veces encapsuladas en una única frase. Por no hablar de la estructura del libro que es para echarle de comer aparte. Borges no me parece inferior a Ballard, tampoco Lem: he dicho que estilísticamente me parece mejor que éste último (que sepa imitar la prosa de Borges es meritorio, pero no le convierte en tan bueno como Borges, con perdón de la perogrullada). Igual que Lem es más ingenioso y tiene más sentido del humor. Pero como escritores, a nivel absoluto, no me merece la pena compararlos porque son dos mundos diferentes.

Gran discusión. Saludos!