martes, 11 de mayo de 2010

un copo de nieve y un ladrón de morfina


Cada copo de nieve, observado bajo un microscopio, es único. Las formas caprichosas de la naturaleza adquieren su belleza imprevista casi por un milagro, y sin embargo se diría que hay un esquema perfecto. Casi mágico. Y cada copo es un universo en sí mismo. Irrepetible. Para que estuviéramos seguros de todo eso dedicó su vida "Snowflake" Bentley. Y además. La nieve, la guerra, el sueño, la droga: la literatura con mayúsculas donde cada lectura, como los copos de nieve, es una lectura única y distinta del resto. Eso pasa con la buena poesía, sí, y con las novelas de Mario Cuenca Sandoval. Leí Boxeo sobre hielo hace años y me impresionó que un tipo de mi edad más o menos pudiera haber escrito eso, ahora con El Ladrón de morfina me confirma que sí, que fue un milagro, que la maravilla puede ser distinta en cada copo de nieve, en cada libro, y sin embargo existir. No diré que Mario es el mejor novelista de nuestra generación, tampoco tengo datos para ello. Lo que tengo claro es que sus novelas son necesarias, son lecturas que transforman. El lenguaje no es inocente, como tampoco lo es la nieve. Si quieres saber la conexión entre los ángeles, los roedores, la morfina y la locura humana. Si quieres leer un libro en condiciones. Aquí tienes una oportunidad.



6 comentarios:

Marco Antonio Raya dijo...

totalmente de acuerdo. un fascinante juego de capas de sensibilidad extrema.
ergo, puro radiohead.

adolfo dijo...

he empezado lanovela y yo tambien me sumo con entusiasmo a tu reflexion entusiasta raul, más aún cuando fui testigo de una prresentacion genial de luis gamez y las apostillas geniales del propio MARIO, que ademas invito aquien esto escribe a cenar tambien en una noche genial que nunca olvidare!

la novela es fuego puro e imagen a raudales !genial raul

ps:Raul albricias! ya tengo dos poemarios tuyos la piel del vigilante y la flor de la tortura por fin! y los hundidos de mario! bendito casualidad!te quiero!

raúl quinto dijo...

marco,

radiohead me persigue como una bendita maldición, y también está presente en el ladrón de morfina, novela, que dicho sea de paso, espero tenga el apoyo lector que se merece, no sólo en calidad sino también en cantidad.




adolfo,

me habría gustado estar presente en ese bautismo cordobés de la novela, sé que Mario es sabio también cuando habla y estoy seguro de que habría aprendido mucho.

Y bueno, espero que el descenso (tras esa novela pasar a mis poemarios) no sea excesivamente decepcionante.


abrazos.

Marco Antonio Raya dijo...

yo me estoy dedicando a sembrar la epidemia de los libros-que-merecen-la-pena. además, creo que la edición de 451 es un acierto.

ahora me falta conseguir cierta idioteca... ;)

raúl quinto dijo...

marco,

ese proselitismo me encanta. Deberíamos ser más. Y sí, la edición de 451 es realmente cojonuda, qué buen gusto también a la hora de hacer libros.



(espero que ese librillo que dices esperar te haga pasar aunque sea un par de ratillos medio bien...)

Marco Antonio Raya dijo...

espero idotecas, apneas, inopias y ciudadanos romanos. :) ya te diré, of course.