viernes, 16 de abril de 2010

tres poemas a la muerte de Emily Dickinson

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Ensayar en Privado
un Placer sustraído - nos brinda
un Goce semejante al Crimen -
omnipotente - agudo -

No soltaremos el Puñal -
porque amamos la Herida
Sea su Filo - Conmemoración
y Nos recuerde que hemos muerto.














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Mi Corazón, vacíalo de Ti -
su sola Arteria -
Comienza, y deja allí tan sólo -
la Fecha de Extinción -

Innumerables Ondas tiene el Mar -
forman - un Báltico -
Retírate a Ti mismo, por jugar,
y no quedará nada
de mí - para guardarme -
"Yo" significa "Tú" -

Cancela la Raíz - y no habrá Árbol -
Cancélate de Mí - y no habrá - Yo -
Los Cielos quedarán desnudos -
y vaciada la bolsa de la Eternidad -














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De Vacío en Vacío -
un Sendero sin Hilo
Pisé con pies de Autómata -
y detenerse - morir - o avanzar -
eran indiferentes -

Si llegaba hasta el término
más lejos terminaba
lo Indefinido desvelado -
Cerré los ojos - y proseguí a tientas
Iluminaba más - ser Ciega -






10 comentarios:

Leonardo dijo...

Mutilación, cancelación, vacío, encierro. Toda una vida y una muerte invertida, a fuego lento, en las palabras. Extraordinario y doloroso.

Un saludo

raúl quinto dijo...

tu enumeración habla a las claras del territorio en el que nos movemos. El reino de Emily.

Sara Castelar Lorca dijo...

Me han dejado gratamente sorprendida estos poemas, esta mujer me resulta fascinante, ese mundo interior tan preciso, tan extenso...teniendo en cuenta que no salio prácticamente nunca de su casa, todo un ser poeta.
Gracias, un abrazo.

raúl quinto dijo...

sara,

hay un mundo infinito en los poemas de emily, no huelen para nada a casa cerrada.. te recomiendo el volumen entero, disfrutarás.

un abrazo.

perfecto herrera ramos dijo...

Tres buenos poemas, seguro que muy del gusto de Emily, la gran poeta estadounidense.
Enlazo este blog con tu permiso. Me gusta lo que encuentro y volveré para leer con mas tiempo.

Un saludo.

raúl quinto dijo...

perfecto,

esta es tu casa, tu vértigo. asómate por aquí cuando quieras, a mí me parece tu nombre :)

un saludo.

rubén m. dijo...

Tres exploraciones en el vacío. Aún me resulta asombroso que esta mujer escribiera cosas así en el siglo XIX, a años luz de su época y de tantas escrituras "actuales"...

un abrazo

Ana Hidalgo dijo...

Una de las cosas que más me gusta de esta antología, es la excelente selección de poemas. Es fácil hacer una buena selección de Emily Dickinson porque Emily es muy buena poeta, pero esta selección es más que buena. Para mí recoge a la Dickinson más extrema, y por tanto, como buena amante de los extremos que soy, la mejor Emily.

Un abrazo, Raúl, y no, jeje, no he actualizado el blog ;)

Portinari dijo...

El reino de Emily. Los extremos. Pronto tendré este libro entre mis manos.

Avanzar y detenerse eran indiferentes. Como distinguir sujetos.

raúl quinto dijo...

perdonad que no haya contestado hasta ahora, pues he estado de viaje ultramarino toda esta semana y las conexiones a internet eran "indefinibles"...


rubén,

emily bien traducida, salvaje como es, le da la vuelta a todas las modernidades que llegaron y que siguen llegando... eso es lo impresionante, sí.




ana,

quué bien verte por aquí, sé que emily es un imán, aún recuerdo alguna experiencia dickinsoniana anterior a q estos poemas los editara bartleby, me gusta recordar esa velada...



portinari,

este es uno de los volúmenes que están hechos para gente como tú, disfrutar´s seguro.