martes, 1 de octubre de 2013

35 años de poesía española en Quimera.

Este mes la revista Quimera ofrece un dossier sobre los últimos 35 años del panorama poético español (en lengua castellana, me supongo), y para ello han decidido realizar una encuesta a un montón de críticos, editores y poetas preguntándoles cuáles son, a su juicio, los diez libros de poemas más significativos desde 1977, y además ordenándolos del primero al décimo con sus correspondientes puntos. Un ejercicio demoscópico que parte de una premisa: intentar medir el pulso real de los libros y su valoración por los lectores más especializados, buscando una lista si no canónica al menos "objetiva." El experimento es interesante, aún a sabiendas de que toda lista es reduccionista y que si opera por consenso acaba dejando en los márgenes las apuestas más osadas, o simplemente jóvenes, (así se construye el tan necesario discurso estético marginal, no por devoción sino por exclusión); pero el sesgo va determinado, siempre, por la nómina de los encuestados: sus filias, su edad, sus fobias. Sería pues determinante conocer la nómina completa de los encuestados, para poder así "cocinar" mejor el resultado.

Los diez títulos que finalmente salieron elegidos revelan algo muy significativo , y es el vuelco hacia una determinada estética, hasta hace unos años un tanto outsider, al que aparentemente ha girado el consenso poético. Nada hay en esta lista de aquella estética que no hace tanto se imponía como hegemónica y que tomó el nombre genérico de Poesía de la Experiencia; parece que, al menos de momento, aquello está demodé. Eso significa algo, o puede que signifique lo mismo que cuando hace años recuentos similares se centraban casi exclusivamente en libros de aquella tendencia.

Si se abre el debate y se activa un poco el pensamiento sobre la escritura y la edición poética estimo que este dossier habrá cumplido su objetivo, más allá de echar de menos o de más nombres y libros.

En la revista aparecen los títulos comentados por diferentes críticos. Va aquí la lista de los libros, en orden, con su correspondiente comentarista:

1- Libro del frío, Antonio Gamoneda. (comentado por Miguel Casado)

2- Cuaderno de Nueva York, José Hierro. (comentado por Carlos Alcorta)

3- Casi una leyenda, Claudio Rodríguez. (comentado por Luis García Jambrina)

4- Descripción de la mentira, Antonio Gamoneda (comentado por mí)

5- No amanece el cantor, José Ángel Valente (comentado por Juan Manuel Macías)

6- Fragmentos de un libro futuro, José Ángel Valente (comentado por Julio César Galán)

7- De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall, Blanca Andreu. (comentado por Erika Martínez)

8- El otoño de las rosas, Francisco Brines. (comentado por Rafael Fombellida)

9- La tumba de Keats, Juan Carlos Mestre (comentado por Olga Bernard)

10- Y todos estábamos vivos, Olvido García Valdés (comentado por Esther Ramón).




Añado aquí mi lista por si alguien siente la curiosidad, defendiendo que es imposible de partida realizar una lista de sólo diez libros y además puntuándola de diez a uno. Con todo éste fue el resultado de una agradable reflexión y estos diez son (de) los libros que recomiendo que se lean porque con ellos leí y viví con intensidad:


1- Mandorla, José Ángel Valente, 1982.
 
2- Libro del frío, Antonio Gamoneda, 1992.
 
3- La marcha de 150000000, Enrique Falcón, 1994-2009.

4- Troppo Mare, Javier Egea, 1984.

5- Last river together, Leopoldo María Panero, 1980.

6- Caza nocturna, Olvido García Valdés, 1997.

7- La tumba de Keats, Juan Carlos Mestre, 1999.

8- Matar a Platón, Chantal Maillard, 2004.

9- El fósforo astillado, Juan Andrés García Román, 2008.
 
10- Cuchillo casi flor, Luis Feria, 1989.


3 comentarios:

B. Vargas dijo...

Tomo nota de la lista. Siempre viene bien una sugerencia. A Valente no lo he leído casi (muy poco) y tengo ganas de entrar en su obra.

Un saludo.

B. Vargas dijo...

Muchas gracias por las listas. A Valente lo he leído muy poco y tengo ganas de conocer mejor su obra.

Un saludo.

Juan Antonio Marín dijo...

La nómina de votantes es perfectamente sesgada en contra de la poesía de la experiencia, así que no es de extrañar que en el resultado no aparezcan apenas sus seguidores.