jueves, 14 de julio de 2011

un poema de José Ángel Valente

Imágenes de imágenes de imágenes. Textos borrados, reescritos, rotos. Signos, figuras, cuerpos, recintos arrastrados por las aguas. Piedras desmoronadas sobre piedras. Lugar que ahora sobrevuela el polvo. Morada sin memoria, ¿quién te tuvo? Tiempo hambriento de ser empozado en la noche. Siembras palabras y responden ecos, ecos de ecos en la bóveda incierta de la desolación. Dará todo el aire por un grito, la posesión del reino por un solo gemido. Abrieron los augures las entrañas del dios y entregaron su cuerpo lacerado a los depredadores.







[de No amanece el cantor, 1992]

2 comentarios:

Miguel Gallego dijo...

Valente y el ruido blanco

raúl quinto dijo...

absolutamente, Miguel.