viernes, 11 de marzo de 2011

FREAKS

Casi un mes después retomo mi serie cinematográfica, cada vez quedan menos para completar las quince. Hoy quiero hablaros de la que ocupa el décimo lugar: Freaks (Tod Browning, 1932). Browning fue el arquitecto, junto a James Whale, de lo que conocemos como cine de terror clásico. Del Drácula de Lugosi al Frankestein de Karloff, lo que fueron esos monstruos y esos mitos como semilla de celuloide se debe a ellos y a los estudios de la Universal. Crearon un código, bien. Browning fue más lejos y filmó un tratado sobre la monstruosidad real, sobre la diferencia, el horror y la crueldad. La parada de los monstruos. No son vampiros ficticios venidos de Transilvania que nos entretienen mientras comemos palomitas, son seres humanos deformes, pero estrictamente reales. Seres humanos que no responden al canon de lo que se impone por humano, y que divierten o asustan, pero siempre tras el cristal de la distancia, tras la vitrina del museo o la jaula del circo. Browning hace agujeros en la cuarta pared y nos deja cara a cara con nuestras propias deformidades, intuyendo que hay monstruos más terribles que los aparentes. Esto es una obra maestra. Un disparo en el centro del cerebro. Mirad esta escena: la chica "normal" se ha casado con el enano, sabemos que su moralidad es abyecta y quiere estafarlo, se celebra un histérico banquete donde los invitados son los hermanos en la marginalidad del novio, los monstruos que estrechan lazos porque entre ellos el mundo deforme es el de fuera, celebran que la chica "normal" es uno de ellos. Uno de nosotros, gritan una y otra vez. Está claro que es uno de ellos, de alguna forma todos lo somos. Repetid conmigo: gooble, gobble...

6 comentarios:

adolfo dijo...

curiosa e inquietante entrada. compasion y apoteosis de lo feo, que incluso aquí, produce ternura.

Maravilloso y necesario post cronica y meta critica de nuestra hora...gracias hno y maestro!
ps:encuentro parecidos con la gran comilona y delicatesen!adolfo

raúl quinto dijo...

la verdad es que esta película es un clásico de la serie B y es sencillo encontrarla como referente en obras posteriores, piensa que es del temprano 1932.

un saludo.

juegos de lógica dijo...

Esta gran película, aunque no en metraje, gran parte fue censurada; esta gran película es difícil de visionar.

En su tiempo el público no fue capaz de verla, y obligaron a muchos cines a suspender la proyección; a la gente le resultaba demasiado repulsiva.
Y al fin y al cabo los protagonistas son simples seres humanos en situaciones cotidianas.
Pero no soportamos su deformidad.
Los freaks, los distintos, deben estar aislados y sólo serán admirados como bichos raros.

Tampoco hemos progresado tanto. Hoy en día tenemos algo parecido, tenemos Gran Hermano. Ya no son monstruos físicamente, tienen cuerpo de gimnasio o de quirófano. Pero siguen siendo deformes, encerrados para el disfrute de los espectadores.
Un saludo.

raúl quinto dijo...

hemos avanzado poco, por no decir nada desde entonces. En algunos sentidos hemos retrocedido pues nuestra sociedad es más que la de Browning una sociedad de la imagen, del estereotipo y del espectáculo, una sociedad abonada para el fenómeno de feria.

Emilia S dijo...

Tu blog está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs. Por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiar ambos con mas visitas.

me respondes a munekitacate@gmail.com

besoss

Catherine

raúl quinto dijo...

Gracias, catherine. A ver si consigo ver algo de tus páginas.