domingo, 13 de junio de 2010

La canción de la chica del radiador

La escena en Cabeza Borradora, David Lynch





Cover de los Pixies.

Llevo años amenzándome con escribir un poema sobre esa mujer, de momento doy un paso y cuelgo esta entrada. Es de madrugada y el insomnio viste traje largo y escotado.

6 comentarios:

adolfo dijo...

otro descenso al infierno, eres un canalla de tomo y lomo pero con mucha clase dolor mudo casi miedo en el primero y escarnio y dolor en el segundo eres genial raul
ps: por eso te quiero! gracias de nuevo por eseñarme el envés de las cosas

raúl quinto dijo...

en el cielo todo está bien... sí que es verdad que da miedo.

Marco Antonio Raya dijo...

miedo es poco. esto viene de lo real más lacaniano, tal cual.

raúl quinto dijo...

marco, como empecemos con los adjetivos lovecraftianos ;) no pararemos nunca... aunque sí, este es de los miedos peores, el miedo sin causa, que sólo es efecto. Tiemblo.

Stalker dijo...

Te animo a escribir ese poema ya.

Esa película sigue ocupando el centro de mis más agradecidas pesadillas y tempestades.

Adolfo, Adolfo, ¿por qué me has abandonado? :)

Abrazos

raúl quinto dijo...

stalker,

más pronto que tarde me remangaré y veré qué sale dela radiador. Ver Cabeza Borradora es una experiencia, la primera vez siempre es como un viento frío dentro de los huesos (al menos yo lo sentí así).

Y no te sientas abandonado, ni por Adolfo ni por nadie, si a lo mejor comentamos menos es por lo abrumador y masivos de los coemntarios de tu blog ¡A veces en Marienbad están todas las camas ocupadas!


un abrazo.