viernes, 19 de diciembre de 2008

cuatro poemas de Emilio Adolfo Westphalen

Concebir pensamientos de piedra -que se echen al agua y formen ondas- que se arrojen al vidrio y lo destrocen



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Mira el rostro blanco y el cuerpo negro de la Noche hasta que dejes de percibir la diferencia entre albura y negrura.

Pues sólo conocerás a la Noche si te pierdes y desapareces en la Noche -si te vuelves noche.



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Cerrados los párpados y cubiertos los ojos con la mano se adentra uno en espesa tiniebla inagotable -sin interferencia de color o luz- tiniebla amorosa- palpitante de vida.

Tal se imagina uno el paisaje primero del que emergió al nacer -igual al que nos aguarda- vencidas las pruebas- completado el ciclo.



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Había supuesto que los ojos de la Belleza miraban indiferentes (con frecuencia) -tolerantes (a ratos).

Engaño enorme el mío. Descubro de pronto que me consideran sobre todo con hostilidad -convertida fácilmente en ira.

Es la negación aniquilante -el rechazo total de mi pasmado gesto adorante- de mi sumisa postración ante las sublimes (próximas o lejanas) deidades de Belleza.



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los cuatro son [ de Ha vuelto la diosa ambarina, 1988]




PD evidentemente el segundo poema tiene truco ;)

7 comentarios:

Stalker dijo...

Están muy bien, los poemas, Raúl. No me gusta lo de "aniquilante" "adorante" en el último, podría haberse resuelto sin esa rima innecesaria y un pelín chunga, pero bueno.

Raúl: el desenterrador de trufas, el cerdito intelectual ;)

No pillo el truco del segundo poema; igual todo poema tiene truco.

Estoy con Luis Feria: contigüidad curiosa y a veces insoportable de diamantes y carbón. Buena recomendación.

Blogger me pide: quesb. En efecto, ¿qué sabes? ¿Qué se yo? ¡Bien poca cosa, ciertamente!

raúl quinto dijo...

stalker, westphalen es casi un seguro de alto disfrute poético. A mí esa rima no me termina de incomodar, aunque comprendo que pueda llehar a hacerlo.

El truco lo pillarás algún día cuando los libreros colaboren.

Luis Feria tiene su punto, aumque yo insito en que ese libro del que hablé aquí es el que parte.

Y no sé qié me irrita o me sroprende más, si lo de cerdo o lo de intelectual... como decía Raphael Qué sabe nadie

Anónimo dijo...

Cuánto de vértigo hay en ese segundo poema...y de flor y de tortura.

Stalker dijo...

Querido Raúl: las trufas, los cerditos... los cerditos huelen y desentierran la trufa, el tesoro nutricio, ya sabes. Era un elogio a tu ímproba labor prosélita. Y lo de intelectual me temo que es una losa de la que no te podrás librar, je je.

Abrazos!

Blogger me pide: Angar

raúl quinto dijo...

Lulú, ya tienes el primer boleto para el premio :)

Stalker, había captado lo de las trufas, y te juro que he estado un buen rato riéndome a carcajadas con lo del "cerdito intelectual", una especie de Babe pero con gafas... a mí es que la palabra intelectual me suene muy fuerte, y yo soy tan pequeño, tan cerdito al cabo...

blogger está que se sale últimamente, nos delata más que nos confirma

Anónimo dijo...

ese segundo poema....te cito a westphanle:
" caos absorbente luz y tiniebla..."

y te dejo besos,
ya tengo el libro en mis manos,ya te ire contando....

raúl quinto dijo...

luci, un chupito de westphalen para ir abriendo boca.. espero que no se te indigeste el libro... besos.