Dicen los que saben que la montaña te atrapa. Yo les creo. También la mugre acumulada en mi cuerpo tras dos días perdido en los refugios de Sierra Nevada. Pasamos la noche en el refugio de la Cucaracha tras subir la cuesta de los Presidiarios. Ahí estaban la luna y la sierra, las nubes bajas y su velocidad atonal, el murmullo del agua del joven Genil y los cencerros de las vacas flotando como el autómata de Magritte. La montaña te atrapa. Aquí os habla su rehén.
5 comentarios:
Que bien acompañado estas siempre...!
Un saludo. Damián.
Qué piensas del best seller?
Cómo lo escribirías tú?
Por favor, responde en nuestro blog.
damián, cuando la soledad te come los huesos lo mejor es estar siempre rodeado de buenos amigos, y amigas, claro.
gavieros, allá que voy.
El silencio tras la caida de la noche sin mas susurro que la propia respiración entre espacios intangibles que rodean las montañas...
me gusta mucho, por cierto, creo que somos de la misma promocion :)
saludos y seguire pasando por aqui!!
bienvenida lucita, ¿estudiaste arte en granada tú también? espero que vengas a menudo por este espacio y me vayas contando.
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