domingo, 29 de marzo de 2009

ARTE DE LA POESÍA (José Ángel Valente)

Implacable desprecio por el arte
de la poesía como vómito inane
del imberbe del alma
que inflama su pasión desconsolada
de vecinal nodriza con eólicas voces.

Implacable desdén por el que llena
de rotundas palabras, congeladas y grasas,
el embudo vacío.

Por el meditador falaz de la nuez foradada,

por el que escribe ¡ay! y se pone peana,

por el decimonónico, el pajizo, el superfluo, el obvio,

por el que anda aún entre seres y nadas
flatulentos obscenos,

por el tonto tenaz,

por el enano,

por el viejo poeta que no sabe
suicidarse a tiempo debajo de su mesa,

por el confesional,

por el patético,

por el llamado, en fin, al gran negocio,

y por el arte de la poesía ejercido a deshora
como una compraventa de ruidos usados.






[de El inocente, 1970]



amén.

jueves, 26 de marzo de 2009

LA CIUDAD NUEVA (Antonio Sant´Ellia)


Este año se cumple un siglo de la publicación del Manifiesto Futurista, DVD Ediciones ha rescatado el texto. En sí mismo el manifiesto es la obra más valiosa de ese movimiento. Un grupo de belicistas. Protofascismo. Ya saben. La Victoria de Samotracia arrollada por un bólido de carreras, podrían haber dicho. Locos ingenuos, maniquíes de óxido. Estúpidos logorreicos a los que la guerra real cercenó sus delirios. Gente maravillosa que creía que el futuro era el hoy. Como Antonio Sant´Ellia. El arquitecto de los sueños. Mirad su ciudad, proyectada en 1914. El futuro ya es hoy. Cien años después.

martes, 24 de marzo de 2009

el número de la colegiala, de EXÓTICA (Atom Egoyan)

Todo el mundo sabe que los dados están cargados Todo el mundo los tira con los dedos cruzados Todo el mundo sabe que la guerra ha terminado Todo el mundo sabe que los buenos perdieron Todo el mundo sabe que la pelea estaba amañada Los pobres seguirán pobres, los ricos se harán ricos Así es como va Todo el mundo lo sabe Todo el mundo sabe que el barco se está hundiendo Todo el mundo sabe que el capitán mintió Todo el mundo tiene la horrible sensación De que su padre o su perro han muerto Todos el mundo habla con sus bolsillos Todos quieren una caja de bombones Y una rosa de tallo largo Todo el mundo lo sabe Todo el mundo sabe que me amas nena Todo el mundo sabe que es verdad Todo el mundo sabe que me fuiste fiel Puedes poner o quitar una noche o dos Todo el mundo sabe que fuiste discreta Pero fueron tantos a los que tuviste Que ver desnuda Todo el mundo lo sabe Todo el mundo lo sabe Todo el mundo lo sabe Así es como va Todo el mundo lo sabe Todo el mundo lo sabe Todo el mundo lo sabe Asi es como va Todo el mundo lo sabe Y todo el mundo sabe que es ahora o nunca Todo el mundo sabe que soy yo o eres tú Y todo el mundo sabe que vas a vivir para siempre Hasta que hayas terminado con una línea o dos Todo el mundo sabe que el sistema esta podrido El viejo negro Joe sigue recogiendo algodón Para tus cintas y tus lazos Todo el mundo lo sabe Y todo el mundo sabe que se acerca la plaga Todo el mundo sabe que avanza deprisa Todo el mundo sabe que el hombre y la mujer desnudos Sólo son un brillante artificio del pasado Todo el mundo sabe que la escena está anticuada Pero va a haber un contador en tu cama Que revelará Lo que todo el mundo sabe Todo el mundo sabe que tienes problemas Todo el mundo sabe por lo que has pasado Desde la sangrienta cruz en la cima del Calvario Hasta la playa de Malibú Todo el mundo sabe que esto va a saltar en pedazos Echa un ultimo vistazo a este sagrado corazón Antes de que explote Todo el mundo lo sabe Todo el mundo lo sabe Todo el mundo lo sabe Así es como va Todo el mundo lo sabe Todo el mundo lo sabe Todo el mundo lo sabe Así es como va Todo el mundo lo sabe Todo el mundo lo sabe Todo el mundo lo sabe Así es como va Todo el mundo lo sabe

sábado, 21 de marzo de 2009

otro poema de Guillermo Sucre

Escribo con palabras que tienen sombra pero no dan sombra
apenas empiezo esta página la va quemando el insomnio
no las palabras sino lo que consuman es lo que va ocupando la realidad-
el lugar sin lugar
la agonía el juego la ilusión de estar en el mundo

la ilusión no es lo que hace la realidad sino la ráfaga escindida-
simulacros donde ocurren las ceremonias
intercambios del fulgor del vacío del deseo

ya no hay sitio para la escritura porque ella es el sitio mismo-
de lo que se borra
no descubrimos el mundo lo describimos en su terca elusión

ya no volveré al mar pero el mar vive en esa ausencia que es el mar cuando la palabra lo dice
y se derrama sobre la página como una mano
ya no estaré en el bosque sino en la hoja que escribo y entreveo
su ramaje pasa el viento
ya no habrá más verano sino ese sol que devora a la memoria
y viene la gran noche de la arena que cubre los ojos y sólo podemos leer lo que no estaba escrito






[de La vastedad, 1988]



va a ser que me gusta este venezolano...

jueves, 19 de marzo de 2009

La flor de la tortura en 7de7 (Eduardo Fariña Poveda)

No creo exagerar si digo que 7de7 es una de las mejores revistas poéticas de la red. Sus contenidos a lo largo de su exitencia así lo avalan. Su director, Marcos Canteli, nos acerca propuestas creativas siempre interesantes y muy en contacto con el otro lado de nuestra lengua, allá en las américas. Por ejemplo, ha conseguido varios poemas de la poeta mejicana Laura Solórzano para este último número. Lo digo, porque yo anduve como un poseso detrás de Laura cuando llevaba Oniria (ese proyecto del que ya no queda huella en la red pero que fue muy estimulante). En fin. Os recomiendo masticar lentamente cada número de 7de7. Resulta además que en este último viaje aparece una reseña sobre "La flor" firmada por el crítico Eduardo Fariña Poveda. Con un punto de vista muy interesante. Ahí os la dejo:
"
Sólo entonces seremos el poema
Es probable que de todas las definiciones y tránsitos que la palabra escribir estaría decidida a aceptar sin mayor problema, es verosímil y sugerible que sea participar (en algo). La escritura poética y la orgánica que le da vida y pretende representarla en las diversas realidades logran necesidad de primer orden y expectación frente a la conocida saturación de la sociedad de la información. Adaptándose a nuevos formatos y dinamizándolos, la poesía desconoce extinciones pero mantiene las supuestas crisis y su margen. Desde aquí la comunión con el individuo es algo más que el intercambio de presuntas emociones y sensibilidades. El lenguaje deberá estar motivado a crear una relación recíproca y trascendental. A invitar al silencio, a lo humano, a rescatar la belleza aunque este signada en la violencia, a resistir. Contemplar e invitar aunque (un) algo produzca aflicción y tome apuntes de la respectiva confesión. Todo poema tiene algo de confesión, de una tortura.
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La Flor de La Tortura, es el cuarto poemario de Raúl Quinto (Cartagena, 1978). Anteriormente había publicado Grietas (Dauro, 2002; reeditado junto a Poemas del Cabo de Gata, La Garúa, 2007), La piel del vigilante (DVD, 2005; premio Andalucía Joven 2004). La flor de la tortura contiene 4 partes, las cuales, teniendo como pistas interesantes citas, intentan diseñar un espacio en donde la tensión artística pueda traducirse en la mayor cantidad de colores y materiales posibles. En todos los poemas hay flirteo a las más diversas manifestaciones artísticas, en especial a las que ponen significativamente de relieve la representación. Anunciado ya el gesto por la cita inaugural de Gunter Brus, los poemas de La flor de la tortura pueden ser también un registro de accionismo vienés. Exposiciones de acciones en espacios controlados en donde la violencia abogaría por una mutilación hacia cualquier estado de quietud. La invitación a experimentar la belleza en toda modalidad posible y necesaria. Estos textos nos hablan en gran medida sobre la estética del exceso, el color hecho crueldad y el poema como un acontecer genuino en su dolor y como proyecto de metamorfosis final. Dentro de las muchas significaciones y temáticas por donde transitan los poemas, estas realzan un itinerario interesante para transitar.
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Si se ha de tener en cuenta una estética del exceso en los poemas de este libro es por el visible intento de este hablante en dejarle en claro al oyente que para contemplar en plenitud se debe abolir cualquier experiencia vivida tanto en la vida real como mental. Queda muy bien reflejado en el comienzo del poema "Puerta Al Sótano": Todo es frontera en la mirada/ Abolición de lo vivido/ Inmediatez de lo extranjero. Observar este Sótano es pedirle a ese sujeto que mire a su interior, que contemple y rasgue lo que lo envuelve, como de alguna manera, podemos vislumbrar en todo el poema. Las imágenes en el poemario no eligen ni exigen atributos para la forma en que lo excesivo toma color, parecen a primera vista un diálogo con la confusión o diversas estrategias para desdecir lo que la luz o claridad fija de antemano en nuestra relación con el mundo. En estos versos de "Abrazo, Niebla" podemos encontrar otras pistas, otros movimientos de esta trayectoria: Abrázanos con fuerza en el reflejo/ posa tu párpado en el mío/ y destruye la luz. En Sacrificio parece dibujarse en el ocurrir un instante de revelación. Lo descrito en este texto nos recuerda al cuadro El Sacrificio de Isaac de Caravaggio, ya que se nos revela la presencia de Isaac y con ello se expone el mecanismo de ideal de belleza que signa. Donde los cuchillos, la sumisión, la sangre articulan un exceso o trueno: Sobre la palma de tu mano/ La traslación oscura de los astros/ Dibuja el movimiento/ De los cuchillos y la sangre.
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La relación del arte con la crueldad, el color que puede salir de la mezcla de ambos es otro de lo aspecto que parece articularse en el poemario. Insiste la imagen en no conceder ningún tipo de candidatura a lo que podría señalarse. Maurice Blanchot, refiriéndose a la poesía de René Char ha establecido una útil forma de poder acercarnos a la situación posible de la imagen en el texto: “La imagen, en el poema, no es la designación de una cosa, sino la manera en que se realiza la posesión de esta cosa o su destrucción (…) tocarla en una unidad de simpatía o en una unidad de repugnancia” (1). También es atribuible a estos poemas. Si está simpatía o repugnancia que se citan generan los mecanismos de un movimiento, la elección posible sobre cualquiera de estas sólo es válida si la ausencia de lo que se estableció en un contrato no firmado por crueldad se vive. La ausencia de lo que se da o alcanza. La imagen de crueldad se interroga en el individuo y va en la búsqueda de una transformación. En "Oxidiana" tenemos un momento de enfrentamiento. La evolución interior que podemos protagonizar. Un espejo Maya en donde podemos presenciar la encarnación actual y a la vez lo que estamos aprendiendo. Otro sacrificio y/o representación de crueldad: Esta noche profunda/ gota de sangre deshaciendo un rostro/ reflejado en el agua/ esta noche en que me naces y me ahogas/ bajo una flor de azufre. El ritual, como sabemos es un método para lograr una comunicación con un algo que excede nuestra experiencia inmediata. Otro momento de fulgor de esta flor de la tortura está en "Cirugía": Existe un puente entre el dolor/ y la belleza, una flor de óxido/ que entierra sus raíces/ en las agujas hipodérmicas. Quizás aquí se propone una especie de definición, la estética de todo el libro. Lo que puede unir ambas cualidades no es necesariamente algo que se mueve, afloran las raíces cuando la sensación interroga la piel.
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Poema que calla cuando la tierra llama para que podamos ser nosotros mismos el acontecimiento. La matriz misma del lenguaje es un cáncer que se extiende hasta la morgue en donde Gottfried Benn decide no escribir. Uno de los tantos hallazgos de los textos de Raúl Quinto es recordarnos que el papel también tiene secreciones dignas de un buen olfato y que la performance de la morgue la vemos en las calles. Si seguimos a Beuys, su liebre, junto a la idea de que todos podemos ser artistas, también podemos ser a la vez acontecimiento. La unión de ser y acción en el texto puede equivaler al descubrimiento del paisaje en donde se talla el deseo. En Eboraria llama la atención como en las dos partes que componen el texto, la técnica de tallar el marfil consigue que la ciudad sea cuerpo sobre los cimientos de otro cuerpo. La sangre y las uñas son los accesorios para la escritura de esta. Así por citar mas no hay rastro de ti / ni la oscura danza del poema / por estas avenidas/ que recorre la gente hacia el mercado / y el marfil es la luz/ que traza este murmullo de pupilas en blanco. En la segunda parte del texto centramos la energía donde ya no podrán distinguirse las capas de los cimientos. Como unidad y/o agrupación exhaustiva de hechos, se ha dado y se dará lugar para el Tú (en el poemario la segunda persona del singular pareciera ser el auténtico anhelo de la tortura) Mi mano sólo oprime tu garganta/ la tuya escribe este poema y tiembla/ de tanto frío que congrega/ alguien lo dijo antes/ tocar es padecer el nombre de las cosas.
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Si el Tú o su configuración como un terreno pudiera engendrar el deseo. A manera de un paisaje donde la performance logré concatenar las torturas posibles frente a la realidad inmersa en un barroco demoledor. Se acercaría el atisbo del deseo si esta realidad la desarmamos por acrobacia de este. Gilles Deleuze refiriéndose a su obra El Antiedipo (Junto a Félix Guattari) argumentaba que el deseo no es por la cosa en si misma: “No deseamos algo o a alguien, sino un conjunto de cosas, de estados de cosas, de modos y de modalidades de cosas, por las cuales se opera una reorganización de su ser en el mundo, que inspira, estimula, incita. El deseo es siempre múltiple ya que es la promesa de un proyecto o de una transformación” (2). Lo anterior podría aproximarse a lo que podemos ver reflejado en la lectura. Es probable que la tortura de la que se nos hace cómplice gracias a este Tú propuesto sea una alternativa reorganización de ese ser en el mundo o los territorios que le sean más aledaños. Hay posibilidad para que la pintura, la música (tenemos ecos clave de la Velvet Underground), la instalación, el sentimiento por una mujer, el azar (Ahí cabalgando Mallarmé) y la ebriedad de Houdini logren tejer una red para que salvo el lugar, logremos dejarnos atrapar, o al menos algunos pedazos de nuestra circunstancia.
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Si en La Piel del Vigilante, partiendo de la referencia al célebre cómic de Moore y Gibbons, Quinto propuso una máscara para el poeta y/o su lector y con ella puedan socavar en los misterios del mundo la sustancia del otro, en La flor de la tortura es posible que esa materia descubierta haya despertado el apetito por el desgarramiento del poema. La Tortura como recorrido y como obra de arte, como Tú o como objeto de Andy Warhol o el último lamento de Ian Curtis. La Flor de la Tortura es idóneo para leerlo en la Noche de Westphalen, arrancando sus pétalos y pasando páginas. El libro al contener demasiadas referencias obliga a googlear constantemente muchos fragmentos de sus poemas, una lectura superficial anula cualquier ánimo de asombro. Un poemario interesantísimo que confirma nuevamente a su autor como uno de los poetas jóvenes españoles que puede estar obligado y con ello, condenado a largo plazo a estar entre los proyectos escriturales más arriesgados del panorama poético actual. Y entonces seremos el poema, gracias a la tortura.
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NOTAS:1) Maurice Blanchot, La parte del fuego, Arena libros, Madrid, 2007, p. 103.2) El Abecedario de Gilles Deleuze, 1996. Disponible en Youtube:http://www.youtube.com/watch?v=PDGfL_c77wc&feature=relatedY además: Patrice Guinard, Por el Abecedario de Gilles Deleuze: Testimoniohttp://cura.free.fr/esp/28delesp.html"

Eduardo Fariña Poveda

martes, 17 de marzo de 2009

NANA POWER (Niki de Saint Phalle)


Esto es un punto y seguido. Eclosión. El poder de la que te hace dormir, el poder de la que te hace soñar. Estoy aquí mismo. Va llegando la primavera. Hay flores dentro de mi cráneo.

domingo, 15 de marzo de 2009

CANCIÓN PARA UNA DESPEDIDA (José Antonio Padilla)

Cae la tarde
y decae el volumen de la música
y del sol.
Melodías de ausencia
impregnan el aire,
mientras las horas tienen una voluntad
de ser impuras.

¿Por qué este oscuro fin
más allá de este ahora?
De labio a labio, cae la tarde.





[de Andalucía poesía joven, 2004]




El pasado 6 de marzo fue enterrado en su pueblo, Álora, el poeta malagueño José Antonio Padilla. Tenía 33 años. Un lento e hijodeputa cáncer lo destrozó. Noticias así crean algún tipo de cesura en el aire. Leo su dedicatoria en esa antología compartida, hablaba de poemas y relámpagos. Ahora el poeta es un poema, sí, un relámpago que ilumina la noche glacial en que nos hemos sumido. Descanse en paz

viernes, 13 de marzo de 2009

EL APICULTOR (Richard Avedon)


Richard Avedon comenzó como fotógrafo de moda. Destacó como retratista de celebridades. Jamás nadie mostró la desolada ruina interior de Marilyn Monroe como él. Avedon en el centro del ojo del glamour. Entonces decide viajar al otro mundo, In the American West recoge sus más bellos y profundos retratos, esos EEUU aislados y ovillados sobre sí mismos que no ocupan portadas de Life o Vogue. Los sin nombre, los nadie. Lo real. En eso retoma la tradición barroca de dignificar al vulgo. Hay algo de búsqueda exótica. Algo de clasismo. Puede ser. Pero la mirada del minero no se olvida, el gesto fruncido de la prostituta tampoco. Ni esta fotografía: un apicultor albino desnudo, cubierto de abejas. Sobre el fondo blanco inmaterial que desnuda del todo al ser humano, su soledad marmórea. No hay dónde esconderse. El apicultor nos mira. Mire al objetivo de la cámara, por favor, muy bien, así, esa mirada me gusta, no se mueva. Y dispara. La mirada esculpida. Un cuerpo blanco sobre fondo blanco. Cubierto de abejas. El gesto sereno, neutro, más allá de este mundo. Exactamente esa es la sofrosine de las esculturas griegas. No hay mutación en la imagen parada. Un cuerpo blanco sobre fondo blanco: el sueño carnal del suprematismo invadido por un enjambre. Decenas de abejas, con sus aguijones, con su veneno, con su zumbido indistinto. Hay algo que me dice que precisamente esto es la belleza. La que yo busco.

miércoles, 11 de marzo de 2009

PERSONA E IMPERSONA (José Val del Omar)

Sólo el latido - olvida tu cultura- tira el reloj al agua-
descárgate- sosiégate en el barro- aletea en los brazos de Dios-
gózate en la geometría de la cohesión-
tienes que ir al tiempo que comienza en cero- los ojos se secan-
la fluencia es originada por el desnivel
los intervalos son la geometría del ritmo.
Hay que traspasar las superficies.
En el vacío está el todo.
Arco superior / arco inferior,
sobre la tierra / bajo la tierra,
encarnado / enterrado,
lucha y paz,
persona e impersona.





[de Tientos de erótica celeste]

lunes, 9 de marzo de 2009

MÁSCARAS, NATURALEZA MUERTA III (Emil Nolde)


Llevo unos cuantos días pensando en máscaras. Se podría decir que he regresado a las máscaras siete años después. Estoy trabajando en ello. No, no temáis, no preparo ningún remake de La piel del vigilante. Escribo otra cosa a contrareloj. En su momento dejaré constancia aquí. Pero claro, a estas horas intempestivas pensar en máscaras es acabar llegando a Nolde. Y la máscara de Nolde no es otra cosa que un rostro desnudo. Desnudo de rostro y convencionalismos morales. Análogo a un alarido, a un beso podrido entre los labios. La máscara de Nolde soy yo mismo cuando me quito el maquillaje de cada día. Ser profesor, escritor, amante, hijo, amigo, nadie. Qué cansancio a veces. Y tantas máscaras. Mirad bien este escaparate y elegid la que mejor os venga. En el momento menos esperado esas facciones seducirán a vuestros espejos. En fin, máscaras encadenándonos la piel al aire, dije más o menos una vez. Máscaras insomnes para seguir un día más haciéndonos los dormidos.

viernes, 6 de marzo de 2009

¿quién vigila a los que vigilan a los vigilantes?


Hoy estrenan la película, iré a verla por la tarde. Mis miedos forman una caja, en ella me meto y me escondo. Le haré dos agujeros como a una bolsa de papel-máscara. Y entonces me meteré en el cine. Me estoy prometiendo no enfadarme, ya sé que me van a ofrecer a Silk Spectre como un anuncio de Pantene, que habrá muchos fuegos artificiales y una gran dosis de sacarina. Intentaré sacarle algún jugo al asunto, algo positivo. Dudo que la película esté a la altura del original de Moore. Tampoco mi libro lo estaba, pero al menos no le llamé Watchmen, los poemas. Cada vez que pongo la tele hay un anuncio de la peli. Las portadas de las revistas me chillan desde sus anaqueles. La gente me mira como si un familiar se fuera a casar sin haberme invitado a la boda, yo pienso que hay algo de funeral en la mirada de Dave Gibbons al promocionar su media cosa. Estoy temblando. Me voy a tomar el aire.

miércoles, 4 de marzo de 2009

un poema de Al Berto

nada más se mueve encima del papel
ningún ojo de tinta iridiscente presagia
el destino de este cuerpo

los dedos centellean en el humus de la tierra
y yo
indiferente a la somnolencia de la lengua
oigo el eco del amor hace mucho soterrado

descanso en la cabeza en la luz y todo olvido
en el interior de esta ánfora alucinada


bajo con la lentitud rojiza de las fieras
al nervio donde la boca busca el sur
y los lugares antes habitados
ah mi amigo
tardaste tanto en volver de ese viaje

el mar subió el peldaño de las mañanas añosas
inundó el cuerpo quebrado por el sereno desencanto

así me acostumbré a morir sin ti
con un bolígrafo clavado en el corazón





[de Una existencia de papel, 1985]

lunes, 2 de marzo de 2009

La flor de la tortura en El Cultural (A. Sáenz de Zaitegui)

Se ve que dije que iba a hablar de la presentación madrileña. Con vuestro permiso lo pospongo unos días. Resulta que justo al terminar dicho acto alguien se me acercó para felicitarme por la crítica del Cultural. Yo no tenía ni idea de qué me hablaba. Pero sí, casi un año después de que el libro saliera a la calle un suplemento nacional se descolgaba con una reseña. Buena cosa. Esos suplementos los leen miles de españoles. Motivo para estar contento, pues además es la primera vez que un libro mío aparece en un sitio así. Omito deliberadamente un artículo sobre Watchmen y La piel del vigilante que salió en el Cultura-s de La Vanguardia hace muchos años (lo firmaba un crack como Eloy Fernández Porta). Mi nueva aparición estelar en los grandes medios la firma A. Sáenz de Zaitegui. Y como todo lo que escribe, mi reseña es especial. Aquí la tienen.
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"En el top-ten de los mejores títulos de libros de todos los tiempos, nuestro número 1 es Peter Carey: desde el desafiante My Life as a Fake hasta el roto His Illegal Self, el australiano es rey. Y La flor de la tortura de Raúl Quinto no entrará en la pole. Estudio del dolor como acceso al Enigma Hombre, los poemas de Quinto le arrancan a la historia universal de la muerte su voluptuoso imaginario. El hambre del poeta es voraz: “Sueño siamés” evoca el paganismo melancólico de los Smashing Pumpkins, “Haiku” recurre al terror de lo anómalo según el cine japonés, “Elegía” es el Desastre goyesco que se coló en los Caprichos. Quinto se viste de negro gótico para ser nuestro Virgilio por donde “la hierba crece como un beso/ cercando el mármol, no hay nombres en las lápidas, tan sólo música, extraña melodía vegetal/ que recorre los gestos/ y deshace las líneas de la mano/ tras el primer contacto” (“Necrópolis”). Navegamos por ríos de sangre que antes lo fueron de plata [“Argentina 1978 (Secuencia)”] y viajamos a “Ruanda 1994 (Liturgia)” para asistir a ritos tan cruentos como la realidad africana . Pero nuestro destino es “Armenia 1915 (Memoria)”: “Comprobar/ de qué manera el cuerpo es una máquina/ hecha para el dolor”.
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Nos tememos que Quinto no es sordo a la seductora llamada de Artaud. Y si nos lo tememos es porque La flor de la tortura no es instrumento de catarsis, sino opus rarum de un improbable género poético que podría denominarse lírica gore. A la letra escrita le cuesta ser potro de tormento creíble; a no ser que la firme Bret Easton Ellis. Las artes visuales nos han echado a perder como receptores de pulp fiction. Pero ése (replicará, con razón, el poeta) no es problema suyo, sino nuestro."

A. SÁENZ DE ZAITEGUI