Qué ruido tan triste el que hacen dos cuerpos cuando se aman,
parece como el viento que se mece en otoño
sobre adolescentes mutilados,
mientras las manos llueven,
manos ligeras, manos egoístas, manos obscenas,
cataratas de manos que fueron un día
flores en el jardín de un diminuto bolsillo.
Las flores son arena y los niños son hojas,
y su leve ruido es amable al oído
cuando ríen, cuando aman, cuando besan,
cuando besan el fondo
de un hombre joven y cansado
porque antaño soñó mucho día y noche.
Mas los niños no saben,
ni tampoco las manos llueven como dicen;
así el hombre, cansado de estar solo con sus sueños,
invoca los bolsillos que abandonan arena,
arena de las flores,
para que un día decoren su semblante de muerto.
[de Los placeres prohibidos, 1931]
5 comentarios:
certero yotoñal muy bueno raul.adolfo
me encanta este poema de cernuda. el primer verso da para pensar mucho, ¿por qué son tristes dos cuerpos que se aman? quizá porque cuando dos cuerpos se aman se sienten sus limitaciones, su quedarse en los bordes, la dificultad o incluso incapacidad para ir más allá de la piel, y siempre esa certeza de la finitud, de la mortalidad -mortalidad del yo, del tú, de ambos amándose.
ana, sin duda el primer verso es estremecedor, por todas esas cosas que tú dices, sin ir más lejos. Cosas como esta ya justifican la existencia de la poesía, ¿no crees?
totalmente de acuerdo, raúl. cuando leo un libro de poesía si consigo encontrar algún poema que consiga estremecerme como éste de cernuda, que contenga unos versos sueltos como estos primeros versos del poema de cernuda, entonces pienso que a merecido completamente la pena le lectura de ese libro, y no sólo le lectura de ese libro, me ha merecido la pena la historia literaria entera, y siempre llevo ese poema, esos versos, conmigo, en mi bolsa de viaje.
esa es la forma de vivir la literatura, ana. espero que por aquí veas poemas o versos q den en tu diana. si fueran los míos ya me sentiría totalmente realizado.
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