México es un país grande, en todos los sentidos. Tal vez es el país con el que mi vida literaria más veces se ha cruzado. De allí son o allí viven alguno de los poetas vivos que más me han interesado en los últimos años. Cuando copilotaba Oniria y me quemaba las cejas buscando nombres que quemaran los párpados de nuestros lectores casi siempre acababa tropezando con México. Busqué como un poseso la manera de contactar con Laura Solórzano, aunque no hubo suerte (desde aquí le hago llamamiento para decirle que aún, pese a no tener ya Oniria ni excusa, la sigo deseando), recibí unos textos fabulosos de Silvia Eugenia Castillero que algún día habrán de ser publicados, por justicia y porque lo debo, y Eduardo Milán me puso en la senda de un escritor diferente, para mí fascinante (en Oniria lo albergamos en un número y es una de las cosas que hicimos en la revista de la que más orgulloso me siento), Salvador Gallardo Cabrera.
Con él y con otra mucha gente de valía comparto las páginas de una revista editada por la Universidad de Aguascalientes, en México, claro. Tierra Baldía se llama, Eliot, que casi siempre aparece. Echadle un ojo (se puede descargar), y no permitamos que se rompa ese puente de lengua que une el Atlántico.
Con él y con otra mucha gente de valía comparto las páginas de una revista editada por la Universidad de Aguascalientes, en México, claro. Tierra Baldía se llama, Eliot, que casi siempre aparece. Echadle un ojo (se puede descargar), y no permitamos que se rompa ese puente de lengua que une el Atlántico.
2 comentarios:
Buscando en las interminables salas de ordenadores de la facultad encontré uno libre.
Equivocándome,y sin pensarlo, entré en tu blog con el reclamo de una canción de Radiohead.
Comencé por la música y terminé atrapada por la curiosidad.
Parecía más que estaba husmeando que observando. Y para quitarme la marca de "voyeuse" que me comenzaba a desequilibrar, decidí pasar a ser una más de los que te dejan algo de aportación.
He leído lo que hay; más lo pudiera tachar de muchas formas, pero, si tengo que decantarme sería por lo insual de los temas, esa mezcla extraña de música, imágenes y palabras...(sin compartir mucho ese afán mexicano, ji,ji).
De todas maneras, creo que me ha convencido tu blog. Seguiré fisgando mientras las historia no concluyan; y además intentaré dejar alguna que otra semillita.
Saludos, de alguien que le gusta leer en la variedad.
bienvenida malicia. estabas invitada, hiciste bien en pasar sin llamar.
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