viernes, 14 de mayo de 2010

un poema de Olvido García Valdés

escribir el miedo es escribir
despacio, con letra
pequeña y líneas separadas,
describir lo próximo, los humores,
la próxima inocencia
de lo vivo, las familiares
dependencias carnosas, la piel
sonrosada, sanguínea, las venas,
venillas, capilares





[de Caza nocturna, 1997]

8 comentarios:

Stalker dijo...

Olvido García Valdés o la excelencia personificada.

Maravilloso poema. De mis favoritos, además.

Quizá este verano volveré a leer la polilla íntegra, por tercera vez,

salute

raúl quinto dijo...

stalker,

haces bien, cada vez estoy más seguro que la poesía de Olvido está a una distancia sideral de la del resto de nuestros contemporáneos. Es algo para disfrutar tres y mil veces.


saludos.

Anónimo dijo...

Hola, desde luego es una gran poema, hace sorprendente lo cotidiano y le da una extrañeza corrosiva. Yo estoy empezando con su obra, y aunque a veces me maravilla otras me deja indiferente. ¿Os ha pasado o es más bien torpeza mía? De todas formas reconozco que cuando acierta es magistral y que se mueve en otra altura, no comercia. Un saludo y gracias.

raúl quinto dijo...

anónimo/a,

imagino que es muy difícil que todos los poemas de un autor nos sacudan con la misma intensidad, en mi caso con Olvido esa sacudida se repite mucho más que con otros autores, lo cual habla a las claras de que conecta con mi sensibilidad y (dentro de mi subjetividad) es una autora importante y necesaria.
No achaques a una supuesta "torpeza" el no vibrar con algunos poemas, piensa en lo mucho que disfrutas con los que sí, y allí verás si esta poeta merece tu tiempo o no, tal vez dentro de un tiempo sean los poemas fríos los que te hagan arder. Bienvenido/a a mi espacio, si tuviéramos un nombre con el que llamarte sería mejor, pero bienvenido/a seas igualmente.

Anónimo dijo...

desciendo en este verdadero descenso que desciende hacia las raicillas infinitesimales del miedo.
La claridad en poesía, la exactitud que da la sencillez, es una virtud que muchos olvidan, atiborrando el poema de imágenes. Poemas así son una verdadera lección.

raúl quinto dijo...

tajalapiz,

Olvido opera como si su ojo fuera un escalpelo que secciona discretamente instantes y pedazos de la realidad, para dejarnos a la intemperie de la elipsis. Parece sencillo, pero bien sabemos que eso es muy difícil lograr, la sencillez y el misterio de lo cotidiano, qué complicado es escribir como ella...

rubén m. dijo...

Impresionante poema, uno de mis preferidos también de OGV, me pone la carne de gallina y deja con la sensación de no saber por qué, esto es lo que debería pedírse al arte, no significados, no sentidos, sino la pura desnudez de la sensación y del colapso. "Caza nocturna" es para mí su mejor libro, reducido al escalofrío, a la pausa inesperada.

abrazos

raúl quinto dijo...

parece que he acertado con ese poema, será porque todos hemos sentido la necesidad de escribir el miedo para dominarlo y hemos constatado el fracaso... Caza nocturna es bueno, Del ojo al hueso tampoco es baladí, en fin, ningún libro de OGV creo q sea despreciable, ¿podríamos decir lo mismo de muchos autores?