sábado, 27 de septiembre de 2008

casualmente


Casualidades. Señales. Lo que el azar dispone y propone nunca hay que dejarlo de lado. Hay por lo menos que escucharlo, atender a su posible mensaje, simplemente pararse un momento y decir hey, esto no es un algo cualquiera, esto es un algo intenso, más ley de la gravedad, más fuerza centrípeta de las palabras, los números y las cosas. Todo eso. Después lo olvidas o lo comentas tomando café, o remueves tu café con tus comentarios sobre las puertas que hay que franquear cuando el azar las abre, o las que hay que cerrar de golpe, de un portazo , no vaya a ser que los datos nos confundan. Hermenéutica peligrosa, pero divertida. Dejémoslo correr. Os suelto esto porque el otro día un amigo me contó que le había pasado ya dos veces en su vida lo siguiente: comenzar a leer un libro y descubrir que el día en que abrió la primera página del mismo coincidía con el día del nacimiento o de la muerte del autor. Y también porque hoy hablaba con alguien (sí, eras tú) del artista austriaco Gunter Brus, y resulta, me dice, que hoy era su cumpleaños, el de Brus, el de ese alguien fue hace poco pero no hoy. 70 años cumple el bueno de Gunter. Algún día escribiré sobre él y sus compinches del Accionismo Vienés (otra de las presencias inexcusables en mi último libro). Hoy venía a hablaros sólamente de las casualidades y si acaso también derivan en causalidades, y toda esa hojarasca que el otoño mete en nuestra boca para que el lenguaje cruja, o amarillee, o sea clavado en un pincho. Gunter tiene 70 años y ya no se hace dibujos en el torso con cuchillas de afeitar, tampoco lleva ese flequillo a lo emo. No importa, sigue siendo uno de los buenos. Felicidades señor Brus. Glücklicher Geburtstag Herr Brus.

2 comentarios:

Stalker dijo...

De estas casualidades algo sé. Brus, espectacular...

raúl quinto dijo...

comparte alguna con los lugareños, stalker.