Todo es circo, círculo. Yo he soñado un/
yo que sueña, y en mi sueño el yo se/ despierta en el circo
de sí mismo. Allí,/ un hombre de rostro idéntico al mío/
muy despacio me dice: te haré tan/ pequeño
como un feto y entrarás/ en mi vientre para
dormir tranquilo./ Yo le contesto
en mi sueño
que los/
hombres no acogen fetos en su vientre./ Entonces
todo el circo comienza a/
reírse de mí, y yo muy poco a poco/ despierto. Fuera ya
del sueño, encuentro/ otra vez al
hombre que tiene mi/ rostro, me da un latigazo y dice:
Alma,/
todo es círculo, circo. Yo he soñado/
un yo que sueña. En mi sueño el yo/ se despierta en el circo de sí mismo, etc.
[de Dentro, 2010]
7 comentarios:
Interesante el juego con la cesura del verso porque deja de ser artificio para envolverse en el contenido melódico del circo (y del circo de sí mismo) donde todo es repetición y ritmo, etc.
El retorno a cierta melodía, las búsquedas que se están llevando a cabo terminarán engendrando, esperemos, una nueva partitura para nuestra lengua.
Gracias por las 'curiesidades'
Saludo
sí, yo tampoco creo que el juego de las cesuras sea sólo un artificio, creo que tiene mucha significación, que está muy cargado de profundidad semántica. Pienso por ejemplo en la elipsis representada, en el testimonio físico de que la verdad se esconde en los espacios en blanco. Esas cesuras nos lo recuerdan, creo.
un saludo.
Mi redescubrimiento de Òscar.
espero que grato.
..en los espacios en blanco, la pausa interna, escondida, a la espera de ser recuperada...
me ha gustado mucho,
besos
luci,
a veces me despierto pensando que sólo en la elipsis está el arte... otras veces no tanto ;)
No sólo grato, sino también hermoso.
Los cortes y las tijeras en el verso. Como sobre papel.
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