lunes, 23 de noviembre de 2009

CUBICLE (Rinocerose) y una extraña cita en Carboneras

Con el paso del tiempo he ido dando muchos recitales, en muchos sitios: bares, universidades, bibliotecas, institutos, ferias, plazas, museos, restaurantes, cárceles, y vete a saber qué más. Ciudades, pueblos, países remotos. Poco a poco se han ido mecanizando los registros, cada vez mi traje de escritor parece más natural en público. Sin embargo para la lectura que tengo mañana estoy realmente nervioso. Mañana 24 de noviembre a las 18h leo y hablo en la Biblioteca de Carboneras. Y sí, Carboneras es mi pueblo, donde he pasado la mayor parte de mi vida, o al menos la parte más fundamental: la infancia y la adolescencia. Entre el público estarán familiares, vecinos y amigos de toda la vida. Esa gente que quiero y que está acostumbrada a verme sin ese traje de escritor que comentaba antes, de hecho ese traje me está empezando a picar y a resultar estrecho. Pues eso, que me ha dado un arrebato confesional un poco extraño para este blog. Que me siento raro, pero también feliz. Vuelvo a casa, allí mis poemas se ven muy pequeños. A ver qué pasa. Mientras se deslía la madeja os dejo un tema para cargar las pilas.

17 comentarios:

Portinari dijo...

Ánimo para el reencuentro entre tú y esas partes fundamentales ;)

Canción eléctrica jeje, como para no cargar las pilas!

¡Buenas noches!

raúl quinto dijo...

buenas noches, portinari, y gracias por tus buenos deseos.

esa canción me la pondré como despertador mañana.

besos.

Ana Hidalgo dijo...

Me gusta que raúl se quite el traje. Un abrazo fuerte.

raúl quinto dijo...

ana,

tú me conoces destrajado tb, y si te gusto más así mejor aún. estuvo bien la Dickinsonada granadina de la otra noche, a ver si la repetimos.

besos, y viva la jorie!

Stalker dijo...

¿Una dickinsoniada? ¿Así llamáis ahora a vuestros encuentros? Y muy en secreto que los guardáis. A mí en cambio no se me responden correos electrónicos y algunos, en su arrobamiento, maravillosamente olvidan la ciudad donde vivo ;)

El arrebato confesional te humaniza, Raúl (¿te estarás haciendo humano? Una posibilidad inquietante...). Aparte de los aires de mundo que te das en las primeras líneas, más propios de un Nóbel o un Cervantes, me gusta eso de regresar a tu cubil y ser jaleado por los tuyos. Sin duda te resultará grato saber que también en casa te quieren. Y seguro que las santas y beatas madres de tu patria chica no le dicen a tus amigos de la infancia: "Ah, vas con tu amigo el anarquista". Una lástima que te pierdas esos placeresd de apóstata...

En cuanto a la canción, por una vez me permito una soberbia "realmente impertinente": con la mano en el corazón te juro que es la primera canción que subes que me parece objetivamente espantosa, irrespirable. Incluso la impoluta Ana ha driblado con gran pericia para eludir ese intolerable obús decibélico. Claro que quizá lo has hecho aposta: un exorcismo calculado que te previene de todo posible mal nefando... Después de esta atronadora ensaladilla, las miradas de reprobación de vecinas carpetovetónicas y empingorotadamente ceñudas han de parecer una bicoca...

Cuidate y nos cuentas. Espero que te guste el fuselaje retórico de este comentario. Lo he estrenado especialmente para la ocasión...

abrazos

Laura Giordani dijo...

Creo que las mejores lecturas son aquellas en las que los trajes nos empiezan a incomodar, a picar, como dices. Aquellas en las que se nos juega algo de intemperie y desnudez... en mis pagos decimos "a calzón quitado". y la poesía nos deja en bolas casi siempre. Quizás esa sea la diferencia entre poesía y otros géneros: que no basta el traje de escritor. Mucha suerte en ese encuentro, Raúl y gracias por ese arrebato confesional que hace conocerte mejor.

Un abrazo,

Laura,

rubén m. dijo...

Fue una gran noche la de la micro-misa dickinsoniana, completamente de acuerdo con la idea de repetir estos encuentros intelectuales con guerra de cojines. Feliz regreso al hogar, Raúl, y dale un abrazo a cierto poeta delgaducho, loco y seductor que anda por ahí de mi parte.

y otro abrazo pa ti, claro

raúl quinto dijo...

rubén,

espero que la próxima vez no esté tan cansado como esta, y pueda beber más Dickinson y otros licores hasta que amanezca. Imagino que ese cazador de mariposas vendrá, también tengo ganas de verlo. de tu parte recuerdos, ok.



Stalker,

para una vez que me abro un poco el pecho y enseño algo de mis entrañas no has tardado en abalanzarte hacia la sangre como uno de esos pajarillos negros tan simpáticos... en fin. Cualquiera que leyese los comentarios de mi penúltimo post podía entender que iba a ver a esos dos cernícalos granaínos en mi visita del jueves, luego salió Emily y el cuadro fue ya apoteósico, no te miento si te digo que me habría gustado que también estuvieras tú por ahí.

¿Un nobel? ya no fumo ¿un Cervantes? en la biblioteca seguro que habrá muchos, jeje, lo que he puesto es verdad, en los últimos cinco o seis años he leído en muchos sitios, desde la cárcel de Albolote a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en México, y aunque cada una tenía su puntillo especial, no ha habido una que me deje un cuerpo previo tan extraño como esta en mi casa... cuando uno sube a una mesa (como cuando uno da un concierto, supongo) se conecta a una interpretación y en este caso tengo la sensación de que no va a haber máscara que me salve, que soy yo contra mí mismo, desnudo, con todas mis taras. Que no vean más que al tarado de siempre.

En cuanto a la canción, ni por un momento pensaba que te pudiera gustar, donde esté Moonwalker o Billie Jean que se quiten estas mierdas, cierto... pero ya en serio, no es una gran canción, es un chute de energía sin matices, como una raya de speed (directa, poco sutil, de baja calidad, pero efectiva), este tema me gustaba ponérmelo para ir a correr, cuando mi mp3 funcionaba. ¿levantarías pesas con Brel?



laura,

a calzón quitado, como un sans culotte del verbo, me gusta la idea. En el fondo lo que me pasa es que no quiero decepcionar o aburrir a los que vayan esta tarde, ya veremos.




un abrazo triple a los tres.

Stalker dijo...

Raúl:

Brel es más cañero que Rinocerose, hombre... Escucha "La chanson de Jacky", "J'arrive" o "Mathilde"... la fuerza no se mide por los decibelios o la amplificación eléctrica. No sólo levantaría pesas con Brel y Barbara, sino que ellos me levantan a mí como una pluma...

Mi comentario iba con buena intención, claro. Me ha llamado la atención que hayas leído en alguna prisión. Si te hubieran conocido un poco mejor, no te habrían dejado salir de ella.

Cuenta, cuenta...

Ana Hidalgo dijo...

jeje, la verdad es que es que ni tan siquiera pude terminar de escuchar el tema, cuando iba por el minuto y quince segundos del video tuve que quitarlo porque me estaba dando una embolia. Pero entiendo lo de música para ir a correr, yo para limpiar me pongo también pongo cosas de música que no se me ocurriría escuchar haciendo ninguna otra cosa que no fuera limpiar la bañera.

raúl quinto dijo...

ana,

mi pequeña sensibilidad da para poco más allá de una bañera, me gusta salir a correr y que la música me inyecte glucosa (si te digo que otro clásico mío de esas coyunturas es Franz Ferdinand ya me retiras la palabra). Ya digo que no es un temazo, o sí, qué coño. Viva la juerga y la pachanga!



Stalker,

por supuesto, tus cantantes son lo más parecido en sonido a las manos de cristo... yo no tengo remedio y estoy envilecido por la facilidad, pero en según qué gimnasios también tú agradecerías unos auriculares con Rinocerose, joder, ¿qué pasa en los gimnasios? ¿quién coño elige esa música pum pum Chiquitán? ¿oculta algún mensaje atroz?

Y lo de la cárcel no es muy oscuro que digamos, aunque sí que me impresionó el personal preso (los rostros de allí dentro estaban marcados, no eran rostros comunes afuera pero dentro una extraña cirugía los hermanaba en la mirada, el gesto, el semblante), tampoco recuerdo muchos sitios donde se sintieran más agradecidos que allí con lo poco que les dimos: poemas muy malos. Fue en mi época de estudiante granadino junto con otros cuatro o cinco amiguetes del momento. Quisieron dejarme dentro pero corrí más que el haz de la linterna ;)



abrazos oh melómanos amados

Ana Hidalgo dijo...

jaja, tranquilo, no te dejaré de hablar, estoy curada de espantos, de hecho este fin de semana voy con mi pareja a un concierto de indie pop -qué cosas que hace una por amor...

raúl quinto dijo...

el amor es todo

Stalker dijo...

Ja, ja, por amor se hace de todo, claro, pero ir a un concierto de indie-pop!!

Por cierto, dile al señor Ynaca que los fines de semana suelo desayunar indie-poppies. Lo digo por si en algún momento le apetece ser devorado :)

Juventud, divino tesoro

rubén m. dijo...

Jaja, eso de sufrir el indiepop por amor me recuerda a un viejo amigo madrileño, cuyos gustos musicales giraban en torno a Robert Fripp y el Krautrock alemán (incapaz fisiológicamente de escuchar una canción de tres minutos con estrofas y estribillo), que fue a un concierto de Belle & Sebastian para ligarse a una tía, lo mencionaba como su mayor humillación amorosa.

Para no discrepar: a mí tampoco me ha gustado nada de nada este engrudo rock-electro-moderniki de Rinocerose, aunque sí he escuchado la canción entera, y no tengo nada que objetar ya que de vez en cuando me gusta ponerme canciones que harían vomitar a una cabra, sobre todo para ducharme o limpiar el piso (en mi móvil tengo una canción de TATU, aquel dúo de psudolesbianas soviéticas, como tono para cuando me llama Jacquesneto, y lo que es aún más grave, un tema de Franz Ferdinand). En cambio para afeitarme o ir en coche soy muy selectivo.

Algún día rodaremos una versión de La fuga de Alcatraz o, para no ser tan ambiciosos, de la serie Prison Break, con Raúl y otros cuantos de la caterva, yo me pido el papel de funcionario de prisiones sodomita.

raúl quinto dijo...

estáis fatal

Stalker dijo...

Para salir a hacer deporte lo mejor es ponerse "Naked City" en los cascos. Con esa metrallate vas a correr hecho un jabato. Rubén estará de acuerdo...

Funcionario de funciones sodomita, me ha gustado...