En La Garúa estamos sacando cosas muy interesantes, como es el caso de Metis de Mireia Mur, alta tensión poética. Cuelgo el tercer poema de la sección CRIONIA, un poema que debería tatuarle en el corazón a una persona, pero como no tengo el material quirúrgico...
Cuando palpite la nieve
los corazones se abrirán
como enfermas anémonas.
La sangre será blanca,
el agua será blanca,
y también la mirada será blanca.
El ardor de la nieve es el helor del fuego:
un depósito lleno de nitrógeno líquido
- ya para una cabeza, ya para un cuerpo entero-,
una lata.
No soy capaz de conservar. Los copos
son corazones extirpados
que cristalizan.
Me ensordece ese ritmo silencioso
tan lleno de palabras,
ese tumulto tuyo.
No se sirven amores crionizados.
El ritmo de los hechos
los deposita suavemente en la tierra.
Bajo el peso blanco del azar.
Tahnks, Raúl, se ha hecho al noche. Un besazo, ardo en deseos de pillar ese libro, ya he leído algún otro poema en la red y tiene una pinta buenísima.
ResponderEliminarNo te agredas.Por cierto,nosotras y Rodriga hablamos de Ikea.Jejeje.
ResponderEliminarCon decir que me hubiese gustado escribirlo yo creo que lo digo todo
ResponderEliminarmatías, ya sabes que sólo publicamos cosas de calidad ;)
ResponderEliminarana, seguro que rodrigo hablaba de las porterías que venden en el Ikea.
piso, este poema puede decorar una de las paredes de esa casa que cantas.
Gracias por la visita al blog.
ResponderEliminarY felicidades, aquí se respira poesía y paz. Todo un bálsamo.
Un abrazo,
Marta
recuerdo el sabor del invierno...la nieve es un adormecedor de las pasiones y en sus blancos copos dejan las huellas las ausencias...así mirar a traves de las ventanas nos sirve para vernos sin lo que ya se ha ido..saludos.
ResponderEliminarCalidad, calidad, por supuesto, qué voy a decir yo¡¡¡ jajaja. Un besazo
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